Sancocha los huevos de la manera habitual, pero previamente abre un huequito en la base del huevo para que escape el aire de la cámara, así la cáscara no se quebrará con el calor. Es importante que revuelvas el agua para hacerlos girar durante los primeros 4 minutos de cocción, esto hace que la yema quede centrada y así tus pollitos se verán perfectos.
Una vez cocinados, solo debes pelarlos y utilizar un cuchillito para hacer las hendiduras del pico, la de arriba inclinada hacia abajo y la de abajo inclinada hacia arriba, procurando siempre coincidir con la yema. Luego, coloca una rebanadita de zanahoria muy finita en forma de pico. No es necesario hacer nada especial para que se mantenga allí, con el calor y la humedad es suficiente.
Para hacer más agradable la presentación, sírvelos en su nidito hecho con alfalfa. Puedes acompañarlos de pan tostado y queso crema.
Una cena nutritiva, sencilla y divertida para los consentidos de la casa. Aprovecha este momento para conversar con tus hijos, escúchalos con atención y disfruta verlos crecer.
¡Un abrazo y hasta la próxima semana!
Nadyra Muhammad Mirabal
Psicopedagoga y la mamá de Natalia.
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