Hoy en día parece que todo el mundo es un entendido en vino. Está de moda y eso nos hace escuchar verdaderas aberraciones en la barra de cualquier bar.
Es imposible aprender a catar vino a través de un post, pero sí es posible que desentrañemos aquí algunas claves que nos ayuden a reconocer a un entendido en vinos de un farsante.
La cata se basa en tres elementos principales: color, olor y sabor. Los tres nos aportan muchísima información acerca del caldo que estemos analizando. Sin mirar etiquetas un verdadero catador puede adivinar si el vino es joven o viejo, si tiene una graduación alta o baja e incluso la madera de la barrica en la que se ha fermentado.
Nada de florituras. El verdadero catador no necesita hacer un show de la cata del vino. Lo verás actuar con normalidad, sin pretenderse el mejor y sin soltar bravuconadas. ¿Quiere adivinar la marca del vino antes de ver la etiqueta? Entonces clarísimamente no es más que un farsante, o alguien que gusta de llamar la atención.
El catador no es aquel que conoce los mejores vinos. Es aquel que conoce más variedades. Al catador de verdad le gusta la variedad y las características que distinguen cada caldo. No necesariamente es un bebedor de grandes reservas, es el que ha probado centenares de vinos de diferentes calidades.
Fuente: que.es
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