Nueva moda en Torrontés: ahora vienen con crianza

De variedad diva y ligera a una más seria y con volumen al paladar, el Torrontés está en plena etapa de experimentación para las bodegas. Cuáles probar en cada estilo.

Torrontés y crianza son dos palabras que no maridan. O no maridaban. Porque a juzgar por algunos nuevos vinos que llegan al mercado, lo que hasta ayer parecía un imposible, ahora comienza a tener una realidad concreta en la góndola: este año que termina llegaron al mercado dos ejemplares criados en barricas, que vienen a sumarse a otros dos, mientras algunas bodegas analizan su lanzamiento.



Así, con los nuevos ejemplares de Benmarco y Laborum Oak, que se suman a Inéditos Brutal y Quara Single Vineyard, el blanco que parecía destinado a la frescura como único recurso ahora gana complejidad, volumen y estructura.

Blancos con crianza

Una variedad de uva que soporte la crianza en barrica precisa, por sobre todas las cosas, un carácter que no se vea dominado fácilmente por el roble. Esto es: que al final del proceso no quede un blanco sólo con gusto a madera, sin la gracia ni la frescura de la uva. En esa línea el Chardonnay es la variedad emblemática, porque tiene potencia, cuerpo y una textura grasa que ensambla bien con el roble. Y en menor medida Viognier y Semillón cumplen bien con ese requisito. Pero no Torrontés: a esta uva aromática le falta boca para resistir a la madera.

Pero como en todo, los cánones cambian. Y también cambian las técnicas y las formas. Así, ahora, el Torrontés ofrece un costado con crianza. Lo interesante del caso es que son los primeros a los que la madera les sienta bien. Precisamente porque consiguen engordarle el paso y aportarle relevancia a un paladar que suele pecar por ausencia. Y así, el universo Torrontés, queda hoy repartido en estos cinco estilos dominantes. Son:

Torrontés aromático, con cuerpo y crianza. Son la novedad. Pionera de este estilo fue Finca Quara, que lanzó hace algunos años Quara Reserva, cuyo perfil era maderoso. Hoy este estilo se distingue porque resulta menos expresivo en aromas, pero ofrece una boca voluminosa y de textura untuosa, muy atípica para la variedad. Para conocerlo, aunque sus precios no son módicos, conviene probar el ahora llamado Quara Single Vineyard (2011, $135), Benmarco (2012, $130) y Laborum Oak Fermented (2012, 110), Inéditos Brutal Torrontés (2011, $165).

Torrontés floral, ligero y refrescante. Son los clásicos del Valle Calchaquí y Famatina, en el NOA, donde la variedad alcanza la máxima expresión para este estilo: perfumado, el vino huele a jazmín, azahar y cítricos maduros; pero por sobre todas las cosas, ofrece un paladar austero, cortón y de una ligereza que contrasta con la alta expresión aromática. Buenos ejemplares son: en la alta gama, Durigutti Torrontés (2012, $80), Alta Vista Premium (2012, $90) y en gamas más accesibles, por ejemplo, Santa Florentina (2013, $22) y Michel Torino Colección (2013, $23).

Torrontés cítrico, fresco y con cuerpo medio. Son una minoría dentro del mercado. En general no provienen del NOA, sino de Mendoza, donde hay cultivado en el Valle de Uco y Lavalle, con un perfil menos histriónico que los salteños y con una boca más ancha. Es, por así decirlo, el Torrontés más parecido que hay al Pinot Grigio. Buenos vinos son Norton Varietal (2013, $34), Críos (2012, $75), y el flamante Pródigo Torrontés (2013, $73).

Torrontés Tardío. Como es una variedad aromática y de poco cuerpo, una de las formas de darle volumen es sobremadurar las uvas y hacer vinos tardíos, donde el azúcar y las transformaciones del proceso lo hacen untuoso y le dan cuerpo. Para probar, Ciclos Tardío (2009, $95) o Gran Linaje Tardío (2012, $84)

Torrontés espumante (seco y dulce). Las burbujas son una forma de conseguir que la delgadez dela variedad quede envuelta en una mousse que aumente su volumen. De ahí que en los últimos años hayan aparecido también Torrontés espumosos, sean dulces o secos. Entre los dulces, uno emblemático es Deseado ($80), que prácticamente inauguró la categoría. Entre los secos, destacan Santa Florentina Extra Brut ($42) y Navarro Correas Edición Limitada Extra Brut ($80).

Fuente: Planeta Joy

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