El Gourmet Urbano: ¿Alimentación consciente? Una ‘app’ se la lleva a su casa #COLOMBIA

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lunes, 26 de noviembre de 2018

¿Alimentación consciente? Una ‘app’ se la lleva a su casa #COLOMBIA

Permite hacer mercado con productos orgánicos y agroecológicos y con un pago justo al productor.

Es un momento en el que los chefs predican sobre la necesidad de un trato directo con los campesinos y productores y los restaurantes hacen más énfasis en la frescura y tratamiento orgánico de sus vegetales. El público busca lo mismo para su mesa, y esto ha sido terreno fértil para la innovación a través de aplicaciones como Mucho Colombia, La Lleva o Koshcampo, esta última especializada en productos kosher, que para algunos son sinónimo de calidad.

En este centro de acopio, los trabajadores de Mucho reciben los productos provenientes de todo el país, los clasifican y los organizan para distribuirlos.


En poco tiempo se pasó de los simples domicilios a las aplicaciones o aplicaciones que permiten ver el recorrido de un plato, desde el restaurante a la casa, a otras que hacen el mercado por uno y hasta cortan y porcionan ingredientes de una receta que el cliente quiere hacer.

La Lleva, por ejemplo, llevó al campo de las apps lo que en su momento se llamó “mercado de recetas”. Si uno quiere cocinar un crepe de lomito, ofrece los ingredientes listos para el número de porciones deseado. El cliente solo calienta, mezcla y sirve en no más de media hora.

Mucho Colombia es otra aplicación que funciona desde julio en Bogotá, en la que confluye la idea del mercado personalizado (para restaurantes y hogares), en los que además se ofrecen ingredientes para recetas acordes con el concepto de alimentación consciente. En ella, cada persona elige un perfil de consumo: saludable, vegetariano, omnívoro o ahorrando. A partir de ahí, tendrá una oferta. No es una aplicación de respuesta inmediata –entrega a cinco días–, porque son pedidos personalizados.

Sobre los elementos de innovación de esta propuesta, Carmen Posada, socia fundadora de Mucho Colombia, destaca: “Primero, puedes hacer mercado de productos orgánicos o agroecológicos. Todos vienen de un trabajo directo con los campesinos y productores. Así que no vamos a buscarlos a la plaza, a Carulla o a Corabastos. Segundo, puedes comprar un mercado, como lo harías por Rappi, o a través de una receta con solo las cantidades que exige”.

Mucho no es la primera iniciativa que ofrece mercado de recetas…


Nuestro modelo tiene varias líneas de ingreso. Por un lado, venta de mercados y recetas a hogares. Por otro, venta de productos difíciles de traer desde diferentes partes del país para restaurantes. En el tema de la pesca, firmamos con restaurantes bogotanos de referencia como Salvo Patria, Mesa Franca, Café Bar y El Chato.

¿En qué hacen énfasis?


Hemos dedicado parte del presupuesto a tener un equipo de mercadeo en redes sociales. Por otro lado: hacemos un esfuerzo por traer productos diferentes. Tenemos zanahoria, cebolla, tomate, pero buscamos productos diferenciadores que se estén perdiendo de otras regiones o solo se coman allá, como acelgas de colores, tomate san marzano, cosas que no encuentras y por eso tiene sentido comprarlas con nosotros.

"No somos evangelizadores, no le damos razones a la gente para que coma algo"

¿Qué cambios del mercado han sido favorables para la ‘app’?


Hace dos años era menor la compra y el consumo a través de aplicaciones y cada día hay más personas interesadas en comer o más sano o más sostenible o consciente o les interesa el origen de los alimentos. No somos evangelizadores, no le damos razones a la gente para que coma algo, cada persona tiene su razón, pero encontramos nichos como los superfit, que comen filete de pechuga de pollo. O está alguien que quiere contribuir a que la economía del campesino sea mejor. Entonces, ve que le compramos al cultivador directamente. Y los que quieren cosas orgánicas, ahí están.

¿Cómo seleccionan productos?


Antes de comenzar hicimos una inmensa base de datos de productores. Cuando vamos a empezar a usar un producto, lo probamos primero para asegurarnos de que es rico. Ahora, hay una verificación: se comprueba que los productores sí cumplen con lo que dicen. En eso, contamos con Fondo Acción, una ONG dedicada a temas ambientales, que además es inversionista nuestra. Si tenemos un productor que es prioritario, ellos hacen la visita de verificación para comprobar si tiene certificación o, si no la tiene, verificar que su práctica es efectivamente sostenible.

¿Cómo aportan a la economía campesina?


Cuando uno va a la plaza o a Corabastos, los precios fluctúan mucho. El bulto de papa un día vale 100 mil y al día siguiente, 20 mil y el campesino no tiene nada que hacer. Además, están el riesgo de perder la cosecha y la infraestructura: a veces el productor prefiere dejar perder sus productos a venderlos, porque les sale más caro el transporte. Si bien somos un intermediario per se, tratamos de eliminar la mayor cantidad de intermediarios y al productor le estamos garantizando un precio fijo y pronto pago.

¿Cómo garantizan la frescura del producto?


Hay que tener plan A, plan B, C y D. Hay productos que aguantan más que otros. Las frutas y verduras resisten hasta tres o cuatro días. Entonces, si lo pido el lunes y te lo traigo el jueves está bien. Con una naranja, un limón o un mango no pasa nada. Lo difícil son las hojas (espinaca, perejil, cilantro y lechugas delicadas) porque al día siguiente están feas.

Hemos hecho un trabajo largo con los productores, para que entiendan la importancia de cosechar ese mismo día o muy tarde en la noche anterior.

¿Cómo se aplica a la pesca?


Traemos el pescado los martes, desde el bajo Baudó. La pesca del domingo llega a Medellín el lunes, y el martes lo entregamos. Solo la vendemos a restaurantes porque para llevarlo a hogares se requiere el paso adicional de filetearlo, desescamarlo y empacarlo al vacío.

¿De dónde viene la carne?


Para nosotros el origen es todo. La carne de res la trabajamos con una finca en Puerto López (Llanos Orientales). El productor tiene prácticas de bienestar animal y quiere sacar cortes raros, experimenta, los saca y hacemos pruebas.

Vimos que producir cualquier cosa de manera masiva no es rentable en términos ambientales. Al trabajar con productores pequeños, tanto en cerdo como en res, garantizamos trazabilidad y mejores prácticas productivas. El pollo sí es orgánico, campesino, con certificación. Con la res y el cerdo, en Colombia, no hay posibilidad de comprarlos orgánicos.

¿Qué los diferencia de otras ‘apps’ de mercado de recetas?


Somos la única que garantiza ingredientes desde su origen, que sean orgánicos y agroecológicos. Ofertas similares compran en la plaza y te mandan la receta. Mucho UK, empresa madre ubicada en Londres, nos ha dado recetas verificadas y comprobadas incluso por conocedores en nutrición y salud. En este momento hay unas 20 en la app, porque la idea es rotarlas. El pollo al marañón ha sido un hit, por ejemplo, así que lo dejaremos un rato. También las enfocamos a perfiles: saludable, omnívoro, vegetariano...

¿Cuál es el paso siguiente?


Antes traíamos productos poco comunes como papas nativas de Nariño y Cauca, cubios, hibias y otros tubérculos para restaurantes.

Ahora, queremos que lleguen a los hogares y venderlos anclados a recetas. Así hicimos con las gambas que trajimos hace poco más de un mes: las pusimos en Instagram y desaparecieron en dos horas. La gente se emociona al ver productos raros y poco comunes.

Héctor Fabio Zamora

Fuente: El Tiempo

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