Las de jamón son un clásico, pero también se pueden elaborar con muchos otros ingredientes gracias a su increíble versatilidad. ¿Os apetece innovar con las más originales?La croqueta es casi un arte en España y una de las elaboraciones más clásicas de nuestra cultura culinaria. Las de jamón, producto patrio por excelencia, son toda una referencia en restaurantes, bares y casas de todo el país. Una receta que nunca pasa de moda, siempre y cuando esté bien hecha: crujiente por fuera, cremosa al bocado y no demasiado aceitosa y pesada al paladar. No obstante, estas admiten otros acompañantes como los champiñones o los restos del cocido. Y es que las croquetas, debido a su polivalencia, acogen una gran variedad de ingredientes, dando lugar a un sinfín de recetas originales en diferentes restaurantes españoles, siendo algunas merecedoras de una estrella Michelin.
Foto: iStock.
De gambas al ajillo
En la gastronomía española, las croquetas elaboradas con productos del mar son bastante comunes. Un ejemplo de ello son las que incluyen bacalao o gambas. No obstante, para salir de estas preparaciones tan recurrentes, hay que darles una vuelta de tuerca y conseguir que luzcan más ingeniosas, originales y diferentes. Las de gambas al ajillo son una clara muestra de ello. Combinan el intenso sabor del ajo y lo jugoso del aceite con la cremosidad y el matiz crujiente de dicho crustáceo. Una manera de mezclar dos recetas de amplia tradición en nuestro país para innovar en la cocina.
El cocinero español con tres estrellas Michelin, Dabiz Muñoz, conocido por realizar elaboraciones vanguardistas, que combina todo tipo de alimentos para crear experiencias culinarias únicas, es también el autor de las famosas croquetas de Cristina Pedroche, uno de los platos más variopintos y originales que se pueden encontrar en el sector actual.
Siguiendo su estilo personal y en homenaje a su pareja sentimental, las croquetas de Muñoz están elaboradas con una mezcla de atún, kimchi coreano, leche de oveja, té Lapsang Souchong y salsa XO, la cual es originaria de Hong Kong y se crea mezclando mariscos y pescados. Una receta que combina muchos elementos de la cocina asiática con cierto aire español.
Sashimi de merluza con croqueta de salsa verde
El gallego Iván Domínguez, al mando del restaurante Alborada con una estrella Michelín, también ha decidido apostar por las croquetas y un estilo vanguardista para sorprender a los comensales. Lejos de las elaboraciones más clásicas, este chef ha creado un plato de lo más innovador: un trozo de merluza que se coloca sobre una croqueta cuya masa interior está hecha de salsa verde. De esta manera, traslada un plato tan tradicional como es la merluza en salsa verde a un nuevo cuerpo que podemos degustar de un solo bocado. Diferente y delicioso a partes iguales.
Las croquetas de pollo son otro clásico pero, al igual que algunos de los casos citados anteriormente, este alimento se puede utilizar de manera diferente para hacer una receta más elaborada y original. El pollo al curry, por ejemplo, es una forma muy común de cocinar este tipo de carne para que gane un intenso sabor y resulte más jugosa. Con esta especia se pueden hacer croquetas muy cremosas y con un agradable contraste de texturas. Así las preparan en lugares especializados como la web Oído Cocina Gourmet o el moderno establecimiento madrileño Pez Tortilla.
Gorgonzola con nueces y pera
Con un sabor fuerte y cierto regusto a picante, el queso gorgonzola se suele combinar con otros alimentos como las nueces y la pera para suavizarlo y aportarle dulzor y diversas texturas. Y sí, esta mezcla se puede utilizar también para elaborar el relleno de las croquetas, muy similar al que sirven en el restaurante Vincci Soma. El resultado es una bola crujiente por fuera gracias al panko -pan rallado japonés que absorbe menos aceite- y que por dentro desata todo el poder del queso azul y un contraste de bocados cremosos y crujientes por las nueces y los trozos de pera.
Siguiendo su estilo personal y en homenaje a su pareja sentimental, las croquetas de Muñoz están elaboradas con una mezcla de atún, kimchi coreano, leche de oveja, té Lapsang Souchong y salsa XO, la cual es originaria de Hong Kong y se crea mezclando mariscos y pescados. Una receta que combina muchos elementos de la cocina asiática con cierto aire español.
Sashimi de merluza con croqueta de salsa verde
El gallego Iván Domínguez, al mando del restaurante Alborada con una estrella Michelín, también ha decidido apostar por las croquetas y un estilo vanguardista para sorprender a los comensales. Lejos de las elaboraciones más clásicas, este chef ha creado un plato de lo más innovador: un trozo de merluza que se coloca sobre una croqueta cuya masa interior está hecha de salsa verde. De esta manera, traslada un plato tan tradicional como es la merluza en salsa verde a un nuevo cuerpo que podemos degustar de un solo bocado. Diferente y delicioso a partes iguales.
De pollo al curry
Croqueta de pollo al curry de Oído Cocina Gourmet.
Las croquetas de pollo son otro clásico pero, al igual que algunos de los casos citados anteriormente, este alimento se puede utilizar de manera diferente para hacer una receta más elaborada y original. El pollo al curry, por ejemplo, es una forma muy común de cocinar este tipo de carne para que gane un intenso sabor y resulte más jugosa. Con esta especia se pueden hacer croquetas muy cremosas y con un agradable contraste de texturas. Así las preparan en lugares especializados como la web Oído Cocina Gourmet o el moderno establecimiento madrileño Pez Tortilla.
Gorgonzola con nueces y pera
Con un sabor fuerte y cierto regusto a picante, el queso gorgonzola se suele combinar con otros alimentos como las nueces y la pera para suavizarlo y aportarle dulzor y diversas texturas. Y sí, esta mezcla se puede utilizar también para elaborar el relleno de las croquetas, muy similar al que sirven en el restaurante Vincci Soma. El resultado es una bola crujiente por fuera gracias al panko -pan rallado japonés que absorbe menos aceite- y que por dentro desata todo el poder del queso azul y un contraste de bocados cremosos y crujientes por las nueces y los trozos de pera.
Y las de bacalao no pueden faltar
ResponderBorrarTienes razón
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