RECUERDOS
Seguimos confinados en el estado de alarma, imperando el aburrimiento y añoranza de nuestras activadas anteriores, a las cuales, hasta estos momentos, no las dábamos su justo valor.
En fechas previas y en los primeros días del confinamiento, un gran porcentaje de las familias hicieron acopio de suficientes alimentos, que consideraron básicos y/o necesarios para este periodo. Llamó mucho la atención del acaparamiento del papel higiénico, extrañeza sobre la que muchos medios de comunicación con diversos especialistas nos trataron dar una explicación, y al menos yo, no saqué ninguna conclusión clara. Me sorprendió la teoría de emular a Grecia, donde algún medio austero recomendó a sus compatriotas que almacenaran provisiones de papel higiénico porque, según su teoría, Tsipras convertiría Grecia en otra Venezuela.
Tras cuatro semanas podemos observar que ha pasado la fiebre del papel higiénico, y lo más vendido han sido: aceitunas, cervezas, chocolate, harina y levadura, pues se ha generado un furor por elaborar pan en cada casa, hasta tal extremo que escasea la harina en los lineales.
La elaboración del pan, facilita el no contactar a diario con el exterior, desbancando al uso de la harina para la elaboración de galletas, pues, cuando en las tardes de inviernos las familias tenían tiempo libre y pocas opciones de recreo, elaboraban galletas, eso sí, no había reclusión. Recordad la frase de Hillary Clinton: «Supongo que me podría haber quedado en casa y hornear galletas y tomar tés, pero lo que decidí hacer fue cumplir con mi profesión en la que entré antes de que mi marido estuviera en la vida pública».
Uno de los memes que se ha popularizado estos días en redes ante la compra masiva de levaduras y harinas en los supermercados.
Las galletas 'María'
Las galletas comunes son placeres sencillos, pero el microcosmos de todas las galletas es el súmmum del arte de la pastelería. Su origen, tal y como las conocemos en nuestros días, se encuentra en la denominada 'galleta de mar', una variedad de pan empleado para la alimentación de los marineros.
Las galletas 'María' han formado parte de la alimentación y del desayuno familiar durante décadas en España. Fue ingrediente de las papillas con leche y frutas o de las tartas con chocolate que endulzaban los cumpleaños. La tarta de la abuela sigue triunfando a día de hoy.
Hubo varios momentos clave para que la referida galleta 'María' se convirtiese en la más popular y vendida en España. El primero llegó a partir de 1925. El final de la guerra con Marruecos y la crisis de los años treinta provocaron un descenso importante en la fabricación de galletas. No era la primera vez que las guerras afectaban a la producción y al abastecimiento de la industria galletera. Pero en esta ocasión la competencia era más importante. Fontaneda, junto con Artiach, optaron por esta estrategia y la 'María' fue uno de sus productos estrella. Fontaneda empezó a fabricar galletas en 1912, en la villa palentina de Aguilar de Campoo, y desde el inicio su objetivo fue vender galletas baratas y hacerlas populares.
'Las María' alimentaban, eran digestivas y tenían más calorías que otros alimentos semejantes. Eran indicadas para los niños, incluso muy pequeños, y para los ancianos. Pero también para hombres y mujeres de paladar exquisito. Se comían en el desayuno, como postre, en casa o en los restaurantes, de excursión o como tentempié. En fin, en cualquier momento del día. Se cambió la forma de vender las galletas, ya no se hacía a granel, sino en paquetes más pequeños a un precio fijo. Incluso sus cajas, se usaron durante años para guardar pequeños secretos.
Imagen de 2018 de la fábrica de galletas Cuétara, en Reinosa. / DANIEL PEDRIZA
Galletas de Cantabria
En la ciudad de Reinosa se ubica Cuétara, empresa fundada por los hermanos cántabros Gómez Cuétara. Galletas Cuétara se constituyó en 1935 en México, volviendo a sus orígenes e inaugurando la fábrica campurriana en 1951. Y en la cercana villa de Aguilar de Campoo, destaca la factoría de Gullón, con raíces cántabras, y en ella más de dos centenares de cántabros cada día cruzan la línea de nuestra autonomía para prestar sus servicios en la que se ha convertido en la mayor productora de galletas de España.
Comprad galletas, servirán para muchos momentos de vuestras jornadas, contribuiremos a nuestras industrias y a las que trabajan nuestros paisanos. Y recordad, que muchas veces se ha dicho, que son más duras las postguerras que las guerras.
GABRIEL ARGUMOSA
Fuente: El Diario Montañés
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