Si no enfrías antes tus alimentos recién preparados puedes terminar malogrando el electrodoméstico.
¿Se malogra? ¿Produce algún tipo de bacterias? ¿Malogra la refrigeradora? ¿Adopta otro sabor? ¿Se fermenta? Sabemos que el frío conserva los alimentos.
Guardar alimentos calientes obliga a la nevera a hacer más esfuerzos para enfriarlos. (sushiesque|Pexels)
Existe la idea de que guardar en el refrigerador un plato aún caliente puede estropearlo. Sin embargo, no existen estudios que afirmen que eso sea así. Todo lo contrario, esa acción puede dañar el resto de alimentos que se encuentran en la nevera y aumentar así el riesgo de que se descompongan o causen intoxicaciones alimentarias. Este es, sin duda, el mayor inconveniente, pero no es el único.
La nevera trabaja doble
El primer problema que origina este hábito es que obligamos a la nevera a trabajar el doble. La misión de este electrodoméstico es mantener las temperaturas bajas para que los alimentos se conserven. Si introduces algo a temperaturas elevadas, la máquina tendrá que esforzarse más, gastar más energía y su vida útil se acortará. Por eso, aunque logre que todo continúe frío, la refrigeradora lo sufrirá.
Daña el resto de alimentos
Cuando se pone un plato caliente en la nevera, la temperatura de los alimentos que se encuentran en el refrigerador incrementa. Lo que estaba frío se calienta, incrementando el riesgo de contaminación. El mayor problema es que cuando algo se calienta, los microorganismos se multiplican en los alimentos, pero como al final el alimento se vuelve a enfriar, nosotros no sabemos que se ha producido ese cambio.
Se enfría de manera desigual
Otro de los inconvenientes es que la comida se enfría de manera desigual. Esto se debe a que la temperatura no disminuirá de manera uniforme, sino que lo hará más lentamente en la parte donde esté el recipiente caliente. Esto puede aumentar el riesgo de que se formen bacterias en ciertos alimentos e incluso en el propio plato caliente.
Entonces, ¿cuál es la manera correcta de refrigerar un alimento caliente? Si bien las bacterias se desarrollan rápidamente a temperatura ambiente, diversos organismos como la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) recomiendan dejar que los alimentos preparados se enfríen un poco antes de guardarlos en la nevera. Eso sí, siempre dentro de las dos horas después de preparado.
EL TRUCO PARA ENFRIAR BEBIDAS SIN REFRIGERADORA
Es una de las técnicas más antiguas y además, increíblemente, la más efectiva de todas. Si colocamos una lata o una botella en un recipiente y le añadimos agua, hielo y sal, conseguiremos una bebida fría en menos de 5 minutos. Pero, ¿por qué ocurre ello? Aquí te contamos la explicación científica.
La respuesta de que este “milagro” ocurra la tiene la química y guarda el nombre de “descenso crioscópico". Cuando hacemos la mezcla de estos tres ingredientes, la sal se licua con el hielo y la temperatura se mantiene. Es decir, a través de este truco no aumentaremos el frío que poseían los hielos, sino que conseguiremos que se conserve.
El método para enfriar bebidas. (Andrés Nieto Porras | Flickr)
¿Y cómo pasa el frío del hielo a la lata? Pues gracias al agua, que permite que la botella/lata esté en contacto continuo con el frío, la velocidad de enfriamiento es mayor y, a través de esto, la lata/botella consigue adoptar la temperatura del hielo.
- Ponemos un recipiente con agua y hielo.
- Añadimos sal y removemos. Cuanta más sal consigamos disolver, más rápido será el proceso.
- Metemos las latas o botellas y esperamos, como mínimo, cinco minutos.
- Retiramos las bebidas y comprobamos que estén frías.
- Ya podemos disfrutar de una bebida bien fría para combatir la ola de calor.
Fuente: MAG El Comercio
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