Preguntadas estas cuestiones a algunos seguidores aficionados al disfrute del vino. Son bastantes los que opinan que solo es una justificación para cobrar un poco más.
Otros consideran que no es más que otra estrategia de marketing y que simplemente se puede pagar un dinero y obtenerlas
En definitiva, están minusvaloradas las medallas. Probablemente esto ocurra por la falta de promoción de los propios Concursos o por la multitud de Catas y Concursos diferentes que existen.
No todos los Concursos son iguales y falta regulación internacional del sector para cualificar los certámenes.
Igual que ocurre en los deportes, deberían estar catalogadas en distintas divisiones y/o categorías y también clasificadas geográficamente como los Campeonatos del Mundo, Europa, regionales o locales.
En el Mundo del Vino no existe una organización comprometida por todos los países productores. Mientras La OIV reconoce unos certámenes, los distintos Ministerios de Agricultura de los países reconocen otros, las Asociaciones de enólogos, hacen otros y los sumilleres también tienen el suyo. Empresas especializadas, organizan otros clasificándolos por características del vino, la viticultura o los usos del vino (Por Variedades como Sauvignon du monde, garnachas, albariños, etc., etc.) por el territorio (Pequeñas D.O., Vinos heroicos, Vinos de cada zona geográfica), otros especializados como Vino y Mujer, Magnum, Vinos Jóvenes o Nuevos. Finalmente Champions Wine, un concurso en el que solo pueden participar vinos que hayan conseguido Oro en cualquier otro concurso.
Un auténtico exceso, que no ayuda al conocimiento del consumidor. Sin duda empieza a ser imprescindible una reglamentación (que se supone que debe llevar a la práctica un Organismo Oficial) y un calendario de competiciones que deberían organizar los propios Concursos unidos en una Federación o Asociación que estableciera las categorías de los distintos certámenes, los calendarios y un buen Plan de Marketing y comunicación que mejorara la opinión y seguimiento de los Concursos para convertirlos en verdaderos referentes de los compradores y consumidores.
Pero, volviendo al titular ¿Qué significa una medalla?
Ha participado en un Concurso.- Es decir sus elaboradores han considerado que tiene una calidad excepcional y están dispuestos a someterlos al juicio de unos expertos. Digo EXCEPCIONALES porque solo se presentan a competir un porcentaje menor (-5%) de las marcas.
Se han sometido a los JUECES.- Cada concurso establece sus jurados, en los que lógicamente hay elaboradores y expertos en análisis sensorial, pero ya se están incluyendo otro tipo de expertos como sumilleres, periodistas, líderes de opinión, etc.
Han sido elegido entre muchos.- Los concursos de vino, establecen un porcentaje máximo de premiados que oscila entre el 30 y el 40% de los participantes y una puntuación mínima de entre 80 y 85 puntos sobre 100.
Por muchos Concursos que haya, por muchos jueces distintos que participen, por muchas diferentes características que haya. Podemos afirmar con rotundidad que
UN VINO CON UNA MEDALLA DE ORO de un Concurso de Vino Reconocido. Bien sea por una organización o por sus años de celebración. ES UN VINO EXCEPCIONAL.
Los mercados Internacionales así lo consideran. Todo el Mundo sabe que ser elegido entre otros vinos por expertos jueces, asegura una diferenciación y una EXCELENCIA que garantiza una elección.
Para exportar nuestros vinos, poseer una medalla puede resultar decisivo para el ÉXITO.
Es probable que la diferencia en exportación y precios que mantenemos con nuestros vecinos franceses e italianos se corresponda a la diferencia de medallas que obtienen sus correspondientes vinos.
Conclusión Consumidor.-
VALOREMOS EN SU JUSTA MEDIDA LAS MEDALLAS, EN BENEFICIO DEL VINO ESPAÑOL
Conclusión Elaborador.-
LAS MEDALLAS SON TU MEJOR VENDEDOR INTERNACIONAL (Participa en Concursos)
Otros consideran que no es más que otra estrategia de marketing y que simplemente se puede pagar un dinero y obtenerlas
En definitiva, están minusvaloradas las medallas. Probablemente esto ocurra por la falta de promoción de los propios Concursos o por la multitud de Catas y Concursos diferentes que existen.
No todos los Concursos son iguales y falta regulación internacional del sector para cualificar los certámenes.
Igual que ocurre en los deportes, deberían estar catalogadas en distintas divisiones y/o categorías y también clasificadas geográficamente como los Campeonatos del Mundo, Europa, regionales o locales.
En el Mundo del Vino no existe una organización comprometida por todos los países productores. Mientras La OIV reconoce unos certámenes, los distintos Ministerios de Agricultura de los países reconocen otros, las Asociaciones de enólogos, hacen otros y los sumilleres también tienen el suyo. Empresas especializadas, organizan otros clasificándolos por características del vino, la viticultura o los usos del vino (Por Variedades como Sauvignon du monde, garnachas, albariños, etc., etc.) por el territorio (Pequeñas D.O., Vinos heroicos, Vinos de cada zona geográfica), otros especializados como Vino y Mujer, Magnum, Vinos Jóvenes o Nuevos. Finalmente Champions Wine, un concurso en el que solo pueden participar vinos que hayan conseguido Oro en cualquier otro concurso.
Un auténtico exceso, que no ayuda al conocimiento del consumidor. Sin duda empieza a ser imprescindible una reglamentación (que se supone que debe llevar a la práctica un Organismo Oficial) y un calendario de competiciones que deberían organizar los propios Concursos unidos en una Federación o Asociación que estableciera las categorías de los distintos certámenes, los calendarios y un buen Plan de Marketing y comunicación que mejorara la opinión y seguimiento de los Concursos para convertirlos en verdaderos referentes de los compradores y consumidores.
Pero, volviendo al titular ¿Qué significa una medalla?
Significa que ese vino
Ha participado en un Concurso.- Es decir sus elaboradores han considerado que tiene una calidad excepcional y están dispuestos a someterlos al juicio de unos expertos. Digo EXCEPCIONALES porque solo se presentan a competir un porcentaje menor (-5%) de las marcas.
Se han sometido a los JUECES.- Cada concurso establece sus jurados, en los que lógicamente hay elaboradores y expertos en análisis sensorial, pero ya se están incluyendo otro tipo de expertos como sumilleres, periodistas, líderes de opinión, etc.
Han sido elegido entre muchos.- Los concursos de vino, establecen un porcentaje máximo de premiados que oscila entre el 30 y el 40% de los participantes y una puntuación mínima de entre 80 y 85 puntos sobre 100.
Por muchos Concursos que haya, por muchos jueces distintos que participen, por muchas diferentes características que haya. Podemos afirmar con rotundidad que
UN VINO CON UNA MEDALLA DE ORO de un Concurso de Vino Reconocido. Bien sea por una organización o por sus años de celebración. ES UN VINO EXCEPCIONAL.
Los mercados Internacionales así lo consideran. Todo el Mundo sabe que ser elegido entre otros vinos por expertos jueces, asegura una diferenciación y una EXCELENCIA que garantiza una elección.
Para exportar nuestros vinos, poseer una medalla puede resultar decisivo para el ÉXITO.
Es probable que la diferencia en exportación y precios que mantenemos con nuestros vecinos franceses e italianos se corresponda a la diferencia de medallas que obtienen sus correspondientes vinos.
Conclusión Consumidor.-
VALOREMOS EN SU JUSTA MEDIDA LAS MEDALLAS, EN BENEFICIO DEL VINO ESPAÑOL
Conclusión Elaborador.-
LAS MEDALLAS SON TU MEJOR VENDEDOR INTERNACIONAL (Participa en Concursos)
ERNESTO GALLUD
Fuente: Vinetur
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