Varios tés y bebidas en tazasJOANNA KOSINSKA / UNSPLASH |
Descubre los distintos tipos de té que encontrarás en el mercado, por qué esta bebida sana puede salir amarga y cómo prepararla sin necesidad de añadir azúcar o edulcorante.
El té es una bebida que aporta al organismo una larga lista de beneficios. No todos los tipos son iguales, ya que cuentan con sabores y procesos de preparación diferentes. Si quieres saber cuáles son los tés que puedes consumir sin edulcorante, sigue leyendo.
Los diferentes tipos de té
En QueApetito, canal de YouTube sobre el mundo de la cocina, destacan que la planta del té es la Camellia sinensis y que los verdaderos tés son las infusiones que se hacen con sus hojas. Aclaran que una manzanilla y una menta son infusiones, pero no se consideran tés. Teniendo en cuenta esto, distinguen seis familias o variedades:
- Té verde: lo definen como "el campeón en las dietas de adelgazamiento". El té verde, como el matcha, destaca por su alto contenido en antioxidantes, su poder diurético y su capacidad para eliminar toxinas.
- Té blanco: es uno de los tipos menos procesados. Cuenta con un sabor delicado y menos cafeína que el té negro. Sobresalen sus componentes antioxidantes y sus catequinas.
- Té azul u oolong: combina las características del té verde y el negro. Pese a su nombre, presenta un color ocre anaranjado y un sabor equilibrado, ligeramente tostado. Destaca por su función digestiva.
- Té rojo o pu-erh: es una variedad de té fermentado con efecto calmante. También ayuda a bajar de peso y a regular el nivel de colesterol en la sangre.
- Té negro: su color se debe a que las hojas del té pasan por un proceso completo de oxidación. Tiene un sabor intenso, un aroma fuerte y niveles de cafeína más altos que otros tipos. Contribuye a combatir la inflamación y a mejorar la función inmunitaria.
- Té amarillo: se puede definir como una variedad situada entre el té blanco y el verde, con un sabor suave y un aroma sutil. Cuenta con propiedades antioxidantes y diuréticas.
Té rojo o verde, ¿cuál es más dulce?
El té rojo es más dulce que el verde. Aunque ambos provienen de la misma planta, el té rojo o pu-erh se consume tras un largo proceso de fermentación, que le otorga su sabor y color característicos. Esto también hace que cuente con menos cafeína que otras variedades.
¿Por qué me puede salir amargo el té?
Desde Teagarden, tienda de tés e infusiones, explican que hay que tener en cuenta varios factores para evitar que el té termine con un sabor desagradable. Este está directamente relacionado con su alta concentración de taninos. Las principal causas de que un té salga amargo son las siguientes:
- Has usado té en bolsitas o té a granel de mala calidad: puede ser que sus hebras hayan sido trituradas.
- Has dejado el té infusionando en el agua durante más tiempo del recomendado: cada tipo de té requiere un tiempo especifico, para evitar que libere los taninos por completo y adquiera un sabor amargo.
- Has echado agua hirviendo o a temperatura muy alta: las hojas del té se pueden quemar con el agua, lo cual hace que se liberen los taninos y tenga ese reconocible amargor.
Un téCHI CHEN / UNSPLASH |
Los tipos de té que puedes tomar sin azúcar
Muchas personas suelen echar azúcar y otros edulcorantes o endulzantes antes de tomar té. Desde el taller de té Munay Herbal señalan que se trata de una costumbre heredada: "Por la poca experiencia y falta de conocimiento en la preparación, su sabor amargo obligaba a endulzarlo". Además, explican que este añadido "modifica los sabores sutiles y naturales de las plantas y esconde los verdaderos matices que puede tener esta bebida". Siguiendo las indicaciones de la tienda Tea Sinensis, puedes consumir los siguientes tipos de té sin azúcar si los preparas correctamente:
- Té negro: es el que necesita una mayor temperatura del agua. Tienes que llevarla a ebullición, echar una pequeña cantidad en la tetera, añadir el té, luego el resto del agua y dejar reposando entre tres y cinco minutos.
- Té rojo: necesita agua a 95 grados. Llévala al punto de ebullición, llena media tetera, añade las hojas de té y echa el resto del agua. Deja reposar durante cuatro minutos y retira las hojas para lograr el punto justo de dulzor.
- Té verde: echa una o dos cucharadas de té por taza y utiliza agua entre 75 y 85 grados. Para llegar a esta temperatura, pon agua a hervir y deja que enfríe durante cinco minutos. Añade después las hojas, que deberán reposar entre dos y tres minutos.
- Té blanco: usa agua entre 75 y 80 grados. Echa dos cucharadas de té por taza y déjalo reposar entre tres y cinco minutos. Si quieres potenciar su sabor, es mejor aumentar la cantidad de té que mantenerlo durante más tiempo en contacto con el agua.
- Té azul: prepáralo con agua a 90 grados, una cucharada por taza y dejando reposar entre tres y cinco minutos.
- Té amarillo: necesitarás agua entre 75 y 85 grados, una o dos cucharadas por taza y dejar reposar las hojas entre tres y cuatro minutos.
Fuente: El Mundo
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