El Gourmet Urbano: Entrevista: @Pochogarces llega con su música para cocinar y viceversa

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sábado, 19 de marzo de 2011

Entrevista: @Pochogarces llega con su música para cocinar y viceversa




La palabra arte engloba, dentro de ella, todo lo que el hombre crea -y recrea- para expresar ideas, sentimientos, sensaciones y emociones. Cada hombre se expresa según su personalidad, su habilidad y sus circunstancias. Y cuando hablamos de circunstancias, se suele dar en algunas personas la fortuna de crecer rodeado de diversas expresiones artísticas, verlo como algo natural y hacer de su vida una composición con nombre y apellido, un nombre y un apellido, un Pocho Garcés.

Su historia con la música y la cocina.

Rodeado, desde muy niño, de un ambiente cultural en diversas facetas, Pocho creció haciendo de todo esto parte de su vida, algo natural. Fue afortunado en convivir con todas estas expresiones artísticas que lo ayudaron a descubrir su talento, desarrollarlo y, con los años, fusionarlo en lo que ahora es su pasión: la cocina como arte y amante de la música.

Pero definir en la vida de Pocho qué fue primero, si la cocina o la música, es inútil. “No hubo transición... Yo nací músico... en un mundo íntimamente relacionado a la cultura” nos comenta Pocho. Un ambiente que disfrutaba también de la buena comida. Y mientras la comida se hacía para muchos invitados, en su mayoría músicos, las notas iban calando en los aromas y los sabores de cada uno de esos momentos.

La armonía de la música y el hombre en la cocina.

Ahora, Pocho ha escuchado sobre todas las teorías que hablan sobre la influencia de la música en la cultura social, la etnia y los estados de ánimo, sean o no para crear. “¡Por supuesto!, es indiscutible que tiene un efecto, pero si lo hago, no estoy consciente de ello” nos dice Pocho sobre las teorías que asocian a la música con los ritmos cardiacos y las ondas cerebrales. Y es que nada de lo que él ha desarrollado se ha guiado por un patrón o una teoría. “Yo me basó en mis expresiones” nos comenta, y a partir de ellas nacen sus creaciones.

Y como todo va en función de expresarse, tampoco puede determinar si cocina en función de una canción o una canción lo anima a cocinar; ambas se fusionan, una puede influir más sobre la otra en un momento determinado, pero se entremezclan como los colores de un cuadro, donde nada se gana buscando quién fue primero, sólo se aprecia la unión de ellos.

Un ejemplo claro que nos expresó el día de la entrevista fue un plato que creó para una canción de Nana Cadavieco llamada No hay, la cual le inspiró unos Fetuccinis con crema de pimentón asado, pesto de rúgula y crotones de setas.

¿Por qué este plato? “Porque el pimentón es algo dulce, pero un dulce que tiene personalidad y es estructurada”, comienza a explicarnos. “Con este ingrediente veo reflejada la personalidad de Nana, dulce y muy tierna, pero con carácter y determinación”. El pesto de rúgula es amargo y largo en boca, y lo escogió porque lo relaciona con la agresividad del rock; los crotones de setas le dan esa textura final al plato, que se identifica con la voz suave pero ronca de Nana.

Así nacen sus creaciones, pero es sólo un ejemplo, no es su regla. Sea una u otra, si ambas no están, la magia no se da. “Y es que no concibo hacer algo sin la música”, expresó, a manera de conclusión, ante sus armonías por similitud entre la música y la cocina.

Claraboya Restaurante.

Si bien su vida y su cocina va conectada a la música, cuando Pocho abre Claraboya, para brindarle a sus comensales sus creaciones culinarias, nunca lo hizo con la intención de explicarles que sus platos tenían una canción en su esencia. No le dice a la gente que la comida está inspirada en alguna canción, lo deja a la libertad. Pero en los abrebocas es cuando explica que el plato fue diseñado con una cancion; pero él prefiere que cada quien descubra esa conexión. Si se logra algo, le alegra; pero si no, como el mismo dice, “no pasa nada”. Lo que desea es que la gente disfrute.

¿Y el futuro?

El futuro trae un proyecto junto a Maya García (@Mayasommelier) de armonías en lo músico-gastronómico, donde se une la armonía de la música con los platos de Pocho y los vinos seleccionados por Maya, cada uno con su visión, que al final reafirman el empirismo artístico presente en la cocina de Pocho: se complementan y crean. Pero para entenderlo hay que ver tres visiones: la de Pocho, la de Maya y la de ustedes, amigos, que leen estas líneas, pero háganlo con la mente abierta, sin prejuicios. Les aseguro que si lo hacen, puede que sus percepciones cambien un poco, pero será más una apertura a nuevas experiencias y sensaciones.


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