Un joven con una caja de cervezas en la mano. GETTY |
- Diferentes expertos aseguran que una ingesta de alcohol diaria reduce la respuesta inmunológica de las vacunas
- Según el Instituto Nacional de Abuso de Alcohol de Estados Unidos un consumo excesivo serían cuatro unidades de alcohol estándar en un día para los hombres y tres para las mujeres
Con el avance diario en la carrera de la vacunación, muchos ya piensan en cómo celebrarlo cuando les llegue el turno. Si piensa hacerlo, piense en una fiesta 'light'. Al menos, en cuanto al consumo de alcohol. Porque varios expertos alertan sobre el efecto nocivo que puede tener en la creación de anticuerpos la ingesta excesiva de alcohol.
Y sí, si se ha fijado en la palabra "excesiva" en el párrafo anterior, sepa que ahí está la clave. Un consumo moderado de alcohol no tiene por qué influir en el desarrollo de anticuerpos que provocan las vacunas. Pero beber mucho, sí. Así nos lo confirma Carmen Martín Alonso, vocal de la Sociedad Española de Inmunología. "Una ingesta de alcohol pequeña como una caña o un vino no debería afectar. Otra cosa es llevar seis copas encima o beber esas cantidades todos los días. Evidentemente la respuesta de todo su sistema inmune tanto a vacunas como a bacterias iba a estar disminuida, igual que los anticuerpos y las defensas que producen las vacunas".
Y, ¿qué es beber mucho? Según el Instituto Nacional de Abuso de Alcohol de Estados Unidos un consumo excesivo serían cuatro unidades de alcohol estándar en un día para los hombres y tres para las mujeres. Y se entiende por unidad de alcohol estándar 148 mililitros de vino, 44 mililitros de licores destilados o 355 mililitros de cerveza.
Carmen Martín cree que es difícil establecer cantidades para la gente de forma generalizada. "Se debería calcular con la masa corporal de cada persona y habría que hilar muy fino. En lo que todos coincidimos es que, si te bebes un litro de cerveza al día, te encontrarás en un estado que favorece que la respuesta inmune sea peor. Todo hay que ponerlo en contexto de cada persona y si el consumo es puntual o crónico".
Los hombres que toman dos tercios de cerveza al día, o las mujeres que toman uno, podrían no desarrollar anticuerpos con la vacuna
Es decir, según esas medidas tomar más de cuatro latas de cerveza al día podría podría ser contraproducente para los hombres vacunados. Porque, según un estudio publicado en 2014 por expertos de las universidades de Californa y de Oregón (Estados Unidos), el consumo excesivo de alcohol puede llegar a anular el sistema inmunitario, sobre todo a largo plazo. “Es peligroso beber grandes cantidades de alcohol porque los efectos en todos los sistemas biológicos, incluido el sistema inmunitario, son bastante graves y se producen con bastante rapidez una vez que se sale de esa zona moderada”, explica en ese informe Ilhem Messaoudi, directora del Centro de Investigación de Virus de la Universidad de California.
Experimento en Reino Unido: menos linfocitos tras consumir alcohol
En Reino Unido la especialista en medicina de emergencias Ronx Ikharia ha realizado recientemente un experimento que se ha grabado y emitido en la BBC. Se tomó una muestra de sangre antes y después de beber tres vasos de vino.
La doctora analizó su sangre y descubrió que en la muestra que se tomó después de beber alcohol los niveles de linfocitos blancos en la sangre eran de la mitad que antes de consumir. "La evidencia es clara: bebe demasiado alcohol y tu sistema inmunitario sufrirá", indica Ikharia en el documental. "Un consumo crónico va a empeorar tu respuesta inmune en general y estarás menos protegido ante cualquier bicho o diferentes enfermedades", asegura en España la vocal de la Sociedad Española de Inmunología.
Abstinencia en Rusia para vacunarse
En Rusia lo advirtieron a finales de 2020: "Ni antes, ni después, ni durante. Simplemente, nunca y en ningún caso" afirmó sobre el consumo de alcohol para los interesados en vacunarse Anna Popova, jefa sanitaria rusa. Desde España, Carmen Martín cree que "no existen ensayos clínicos de ninguna vacuna en los que los participantes beban alcohol de manera regular. Además Rusia es un país con problemas de salud pública por las altas tasas de alcoholismo que se ven en algunas regiones. Creo que estos dos factores influyen en la recomendación de las autoridades de no beber alcohol tras recibir la vacuna rusa".
Primero las autoridades hablaron de 42 días de abstinencia, es decir, tres semanas entre cada dosis de Sputnik-V y otras tres semanas después de la segunda inyección. Pero Popova incrementó esta semana ese plazo a los 56 días, aduciendo que son necesarias, "como mínimo", dos semanas de preparación del organismo al impacto de la vacuna.
La realidad es que tampoco todos los especialistas coinciden con la severidad gubernamental, incluido Alexandr Guintsburg, director del Centro Gamaleya, que desarrolla la vacuna Sputnik-V.
"No hay que emborracharse en ningún caso, incluido durante el proceso de vacunación, ya que el alcohol influye negativamente no sólo en el comportamiento de la persona, sino también en el funcionamiento del sistema inmunológico, pero una copa de champán no hace daño a nadie", comentó. Por ello recomendó no tomar alcohol tres días después de cada inyección de la vacuna, de la que son necesarias dos dosis.
Beatriz García / Alfonso Núñez
Fuente: Nius Diario
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