¿Qué haces si en una reunión de negocios la conversación es entorno al vino y lo único que sabes es que se produce con la uva?
Recuerdo la experiencia que tuve en un reconocido restaurante con estrella Michelin en Madrid. Mi entonces jefe y yo estábamos sentados en la misma mesa junto con unos clientes, y de pronto el mesero nos acercó la carta de vino. Uno de los clientes me dijo: “Luis, tú tienes pinta de saber de vino. Elige tú”.
No sé si mi cara confesó la angustia que tenía después de escucharlo. Reaccioné rápido y fui lo suficientemente hábil para, sin dejar que la mirada del sumiller me fulminara, preguntarle por sugerencias de vinos del Bierzo en Castilla León, España, tierra de la que era originario el cliente que tenía a mi lado.
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Aquella respuesta fue bien recibida por todo el mundo: el cliente se sintió alagado, el sumiller pudo hacer su trabajo y recomendar vino de una zona un tanto desconocida de España y yo, por mi lado, pude justificar no conocer vinos de la zona al ser una región con pocas referencias.
Mucho ha llovido desde entonces y sin duda no fue por esa experiencia que decidí años después crear una agencia de viajes especializada en enoturismo, pero no hay duda de que aquel momento me marcó. Esta experiencia me ha servido para en ocasiones recomendar ideas a amigos y familiares, mismas que te comparto a continuación: