Las conferencias sobre bebidas latinas fueron el aperitivo para el anuncio del ránking de los 50 Best Latinoamerica
El Perú con sus piscos, su chicha de jora y de guiñapo, los macerados amazónicos y otros líquidos con potencial en la mesa y en coctelería se dejaron extrañar en las ponencias de los
50 Best Talks, un encuentro con las bebidas latinas organizado en el marco del anuncio (hoy) de los Latin America’s 50 Best Restaurants 2016, auspiciado por S. Pellegrino y Acqua Panna en esta parte del mundo.
Bebidas de Venezuela en los 50 Best Talks.
Sí subieron a escena Colombia, Venezuela, Chile y México, en interesantes conferencias –unas más profundas que otras- que compartían con el público (reunido en un salón del hotel St. Regis de Ciudad de México) información sobre destilados y fermentados que son parte de la tradición que se bebe en cada uno de estos países.
Leonor Espinosa, por Colombia, habló ampliamente de la diversidad de bebidas que son parte del maridaje que ofrece en su restaurante Leo, en Bogotá, donde su hija Laura es la sommelier. La cocinera se refirió al viche, destilado del jugo de caña de azúcar (verde, o no madura), y al pirrin, un agua de vida hecha con siete hierbas. Es un aguardiente que no está legalizado aún y tradicionalmente se toma como digestivo. Lo sirve en su restaurante, como parte de su menú degustación, con la seguridad de que la Fundación que ella dirige verifica de cerca los procesos y buenas prácticas de producción.