Lo primero es olvidar la idea de que las mujeres consumen menos alcohol que los hombres, tampoco es real que beban más vino blanco.
No todos los formatos de eventos son iguales, en este punto influye la cantidad de horas en las que se ofrecerá bebida.
En referencia a la variedad, como norma general se deben presentar vinos blancos, tintos y espumantes. El cálculo base es de dos a tres copas de vino por persona, y una a dos copas de espumante, y de la cantidad total de vinos un 25% corresponde a vino blanco y un 75% a tinto. Al total de personas agregarle un 20%. Así, para 100 adultos se debe calcular para 120. En recepciones cortas (1 hora u hora y media) un trago más el 20%, es la media.
Pero no todo es tan matemático. La cantidad también va a depender del clima. En verano el consumo de vino blanco o espumante aumenta considerablemente frente al vino tinto. A los cálculos generales debemos sumar un 10% de bebidas extra, para fiestas que se prolongan muchas horas, o que tienen un menú con una variada propuesta.
No olvide tener alguna bebida sin alcohol y agua. Si tenemos baile se deberá calcular de 750 ml a un litro de agua por persona, por lo menos. Como en todos los casos, en época de verano se debe sumar un extra.
En definitiva el cálculo no es exacto, pero podemos determinar cuánto rinde cada bebida:
De una botella de vino de 750 ml se sacan 4 copas abundantes, o 5 con un poco menos. De una botella de aperitivo y de destilado pueden sacarse 15 medidas para hacer coctelería, pero si van a beberse solos (como el whisky) se deben calcular 10 medidas por botella.
Mi recomendación es que ante la duda, compre una caja más de cada bebida, se ahorrará un rato de estrés.
(Texto original Claudia Caprile)
Celeste Pérez
Fuente: Listín Diario
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