Para vivir de manera totalmente saludable, necesitamos alimentar nuestro cuerpo con la nutrición necesaria. Si tenemos la oportunidad de tener un huerto en casa para poder plantar los vegetales y frutas propios, y evitar así cualquier tipo de procesamiento en fábricas, mejor que mejor. Será como tener la naturaleza al alcance de la mano. Hoy te damos unos consejos para seguir en tu cocina.
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Simpleza: Los vegetales son geniales para alimentarse. Sin embargo la mayoría de nosotros les añadimos algún aditivo que le aumenta la cantidad de calorías, grasas, carbohidratos, sal, etc. Los vegetales deben tomarse solos, sin añadidos, y mucho menos salsas.
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Cuidado con los “azúcares añadidos”: Los azúcares añadidos no nos dan nutriente alguno, y además, añaden calorías que pueden llevarnos a la ganancia de peso. Para saber si la comida contiene azúcares añadidos, tan solo tienes que buscar entre los ingredientes la terminación ‘-osa’, como maltosa, fructosa, sacarosa, etc. así como azúcar, sirope, miel, jugo de fruta concentrado, azúcar de maíz, etc.
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Atento/a a ‘sin azúcar’, ‘sin grasas’, ‘bajo en carbohidratos’: Cuando las compañías alimenticias sacan un producto a la venta, añaden eslóganes para vender masivamente. Podrías disfrutar esos alimentos en su estado natural, del mismo modo. La manteca de cacahuete, por ejemplo, ofrece tantas grasas saludables para el corazón como número de calorías.
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Cuidado con las barras de proteínas: Muchas barritas de proteínas u otras barras energéticas tienen un contenido alto en grasas y tienen tantas calorías como una piruleta de caramelo. Además, pueden contener muchos azúcares añadidos. Busca las que tengan un alto porcentaje de proteínas y fibra, y las calorías necesarias para tu cuerpo. O si lo prefieres puedes hacértelas en casa con nuestra receta.
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Deshazte de los zumos y otras bebidas azucaradas: Las calorías de los zumos, incluso los que son 100% zumo de fruta, y las bebidas como el té azucarado (Nestea y Soda entre otros), pueden destrozar tus dientes rápidamente. Además, nada hidrata tu cuerpo mejor que el agua natural, y debemos beber 8 vasos de agua al día. Si necesitas añadirle sabor al agua, cuécela con frutas o verduras.
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Deja las carnes procesadas: Con esto nos referimos a cualquier carnes que haya sido manipulada por el hombre o máquina. Carnes como las salchichas o el jamón cocido. Lánzate a carnes menos procesadas como la carne de pollo, el atún natural en lata (sin aceite) o la pechuga de pavo. O también puedes elegir entre un gran número de carnes bajas en sal y bajas en grasas entre las más procesadas.
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Cuidado con la sal: ¿Sabías que más del 75% de la sal que se toma en la dieta media americana proviene de los alimentos procesados? Alimentos como el pan, la pizza, las carnes refrigeradas o los sándwiches preparados pueden estar sobre cargados de sal. Siempre debes controlar las etiquetas de los alimentos y comprobar lo que estás comiendo en realidad. Comidas con 140 miligramos o menos de sal por porción son considerados bajos en sodio.
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Elimina las comidas con grasas trans: Este tipo de grasas son también conocidas como grasas parcialmente hidrogenadas y las más peligrosas. Éstas muy a menudo se pueden encontrar en comidas fritas, pasteles, pizzas, galletas, etc., pero también podremos verlos en la crema de cacahuete o en las palomitas. Estate al tanto de los ingredientes que lleva todo lo que comes para no llevarte sorpresas.
Si quieres cuidar tu cuerpo debes seguir estos consejos. Sin embargo, no deben llevarse al extremo, ya que, como se dice por aquí, uno al año no hace daño. Podremos darnos algún homenaje de vez en cuando, pero eso no es cada semana. Cuidar los niveles de sal, azúcar procesado y grasas trans son los consejos más importantes que os hemos dado hoy.
Fuente: sportadictos.com
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