¿Quién se resiste a una buena ración de calamares, gambas, mejillones o pulpo? Además de sabrosos, estos alimentos fortalecen el sistema inmunológico, ayudan a reducir los niveles de colesterol, evitar la diabetes, disminuye el riesgo de depresión, ayudan en la formación de músculos y aun protegen contra enfermedades del corazón.
El único inconveniente de los frutos del mar son las calorías que algunos de ellos presentan, sobre todo aquellos ingeridos en su versión frita. Los alimentos fritos cuentan con demasiada cantidad de grasas y pierden su status de beneficioso. Conozca, a continuación, los nutrientes y beneficios que ofrece tu fruto del mar favorito.
La mejor forma de consumir los frutos del mar y disfrutar de sus beneficios sin engordar es consumirlos a la plancha o asados, acompañados de salsas ligeras, arroz, purés o vegetales.
Los pescados ingeridos crudos, como en el caso del sashimi, preservan su totalidad de nutrientes, aunque las vitaminas A, D y E, presentes en el atún y sardina resisten bien a las altas temperaturas. La exposición al calor reduce las propiedades del Omega 3.
Los pescados enlatados en conserva también son buenas opciones ya que preservan la mayoría de sus nutrientes.
El Omega 3 es uno de los nutrientes más beneficiosos de los alimentos oriundos del mar. Este acido graso, encontrado sobre todo en los peces de agua fría, como salmón, atún, sardina, anchoa, bacalao o trucha, induce una limpieza general en las arterias. Aumenta los niveles del bueno colesterol (HDL) y reduce los niveles de (LDL).
Para disfrutar de todos los beneficios de los frutos del mar, el consumo debe ser frecuente: Al menos dos raciones semanales. Así que al definir el menú semanal, no olvides añadir pescados y frutos del mar a tu lista de la compra.
Las opciones de frutos del mar más calóricas son la langosta (112 calorías/100gramos) o las gambas (106 calorías/100 gramos). Los menos calóricos son las ostras (59 calorías) y el pulpo (82 calorías).
Los frutos del mar también cuentan con buenas dosis de proteína, fundamentales para los tejidos de nuestro cuerpo, además de las grasas buenas.
Fuente: nutricion.pro
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