Ideas y trucos sencillos para elaborar empanadillas fritas, al horno, dulces y saladas
La empanadilla es una "solución de urgencia" en muchas ocasiones. Su fácil elaboración y su bajo coste la convierten en una receta clave de la "cocina de aprovechamiento", ya que admite una gran cantidad de rellenos, desde pescado, legumbres, carnes y verduras hasta dulces. Además, las empanadillas aguantan bastante bien dentro de un táper o fiambrera, de modo que constituyen una solución muy fácil y económica en el momento de llevar comida al trabajo o a nuestras excursiones.
Imagen: Beatrice Murch
A continuación se detalla cómo prepararlas, desde la masa (si se quiere casera) y los métodos de cocinado, hasta los rellenos, deliciosos, prácticos y diferentes, para satisfacer todos los gustos... incluso los dulces.
Masa de empanadillas, elaboración y trucos
Un aspecto muy importante de las empanadillas es la masa que envuelve el relleno. La opción más rápida es comprar masa ya hecha, de marca comercial. Pero también podemos elaborarla nosotros mismos. Es igual que la masa de empanada, pero con una diferencia: luego deberemos estirarla fina y cortar con un cortapastas circular de unos 10 centímetros de diámetro.
Para hacer una masa de empanadilla seguiremos estos pasos:
- Colocamos 250 g de harina, una pizca de sal y 10 g de levadura en polvo sobre la mesa o la encimera de la cocina en forma de volcán.
- Agregamos 30 ml de aceite de girasol o de oliva suave y mezclamos hasta lograr una masa arenosa.
- Hacemos de nuevo un volcán con la masa e incorporamos un huevo y un poco de agua hasta unir la masa y conseguir que no se pegue a la superficie de la mesa.
- Amasamos, alisamos y dejamos que repose tapándola con un trapo de cocina durante una hora. Espolvoreamos con una pizca de harina, volvemos a estirar lo más fino que podamos (sin que se rompa) y cortamos circunferencias con un cortapastas.
Hay tres trucos fundamentales que debemos tener en cuenta para que la masa nos quede perfecta:
- 1. Una vez que tengamos cortadas las circunferencias, las rellenaremos de inmediato para evitar que se reseque la masa (será más difícil de manejar, incluso podría romperse).
- 2. La mezcla que usemos para rellenarla no debe tener aceites ni jugos que puedan rezumar. Si usamos salsas (de tomate, bechamel, boloñesa o queso), deben ser pastosas y no líquidas. La idea es que sirvan para unir los alimentos del relleno, pero que no se escapen del interior ni estropeen la masa reblandeciéndola.
- 3. Si hacemos empanadillas "para llevar" y queremos que la masa se mantenga crujiente, debemos dejarlas enfriar antes de guardarlas y taparlas. Si las tapamos recién sacadas de la sartén o del horno, con el calor que tienen, se producirá condensación dentro del recipiente y esa humedad reblandecerá el exterior de la empanadilla.
Empanadillas fritas o al horno
Los métodos de cocinado de las empanadillas son dos; el más utilizado en España es la fritura. Para ello, introducimos las empanadillas en una sartén con abundante aceite caliente y a temperatura alta, de manera que se dore con rapidez el exterior y llegue el calor al interior. Una vez obtenida la capa crujiente, las sacamos a un plato con papel de cocina para que este papel absorba el aceite sobrante de la fritura y queden más ligeras.
El otro método, menos empleado y que da un resultado diferente, es al horno. Las empanadillas quedarán más ligeras. Pintaremos su superficie con huevo batido para que la masa adquiera un tono dorado. Con el horno se necesita un poco más de tiempo de cocinado; por lo tanto, usaremos este método cuando el relleno necesite también más de tiempo de cocción (cuando sea de marisco, pescado o trocitos de carne cruda que queremos que se cocinen dentro de la empanadilla).
Cinco rellenos deliciosos para empanadillas
- 1. Empanadillas de sardinillas. Desmigamos unas sardinillas, escurridas del aceite de conserva, mezclamos con salsa de tomate, un trocito de sobrasada, unas uvas pasas sin pepita y huevo cocido troceado. Rellenamos con esta mezcla las obleas, doblamos por la mitad y sellamos las juntas con un tenedor. Freímos en abundante aceite caliente. Una vez fritas, dejamos escurrir en una bandeja con papel de cocina. Servimos en otra bandeja, acompañadas de una ensalada.
- 2. Empanadillas de morcilla con manzana. Salteamos la morcilla desmigada con unos trocitos de manzana y una pizca de canela. Ligamos con un poco de bechamel y rellenamos las obleas. Doblamos por la mitad y sellamos las juntas con un tenedor. Freímos en abundante aceite caliente. Servimos como entrante de una comida, sorpresa asegurada.
- 3. Empanadillas de crema de cacao con avellanas troceadas. Ligamos unas avellanas tostadas muy troceadas, mezclamos con la crema de cacao, rellenamos con esta mezcla las obleas, doblamos por la mitad y sellamos las juntas con un tenedor. Freímos en abundante aceite caliente. Una vez fritas, dejamos escurrir en una bandeja con papel de cocina. En el momento de servir (como postre o merienda diferente), espolvoreamos con azúcar glasé.
- 4. Empanadillas de mejillones. Este relleno necesita un poco de cocción, de modo que las haremos al horno. Preparamos un pisto de verduras. Una vez elaborado, lo escurrimos de sus jugos, ligamos con salsa de tomate y añadimos unos mejillones naturales troceados. Cerramos las empandillas dando forma de canutillo y unimos los dos extremos con un tenedor, dando unas marcas para asegurar el relleno dentro. Pintamos las empanadillas con huevo batido y las horneamos durante 10 minutos a 200 ºC o hasta que se doren. Servimos calientes.
- 5. Empanadillas de lomo con champiñones. Troceamos el lomo de cerdo, con unos champiñones laminados, un diente de ajo muy picado y unos trocitos de queso cremoso. Rellenamos las empanadillas, doblamos por la mitad y sellamos las juntas con un tenedor. Pintamos la masa con huevo batido y horneamos durante 10 minutos a 200 ºC o hasta que se doren. Sacamos del horno y servimos calientes.
Fuente: Eroski Consumer
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