Quiebra una pastelería que se negaba a elaborar tartas para bodas gays en EEUU

Es hora de darle la vuelta al cartel de “Open” que tienen en la puerta. La pastelería que se negó a trabajar para bodas gays en Oregón, Estados Unidos, se ha visto obligada a cerrar por la pérdida de clientes. La denuncia presentada por una pareja de lesbianas que pretendía encargar una tarta nupcial ha supuesto para la empresa esta homófoba decisión. El pasado viernes (26 de septiembre), los propietarios anunciaron públicamente la quiebra del negocio.



Melissa Klein y su esposo Aaron Klein han decidido clausurar su pastelería artesanal, llamada Sweet Cakes y localizada en la ciudad de Gresham, según hemos podido saber por Talking Points Memo.
Cuando la pareja de lesbianas (Rachel Cryer y Laurel Bowman) acudió a hacer el encargo, la pareja heterosexual rechazó el pedido porque “violaba sus creencias religiosas”. Los empresarios fueron condenados por el estado a una multa de 150.000 dólares (118.000 euros). Cuando la noticia saltó a los medios de comunicación, supuso un escándalo que ha derivado en el descenso del número de encargos, hasta el punto de resultar inviable el negocio.
En una charla, Aaron expresó este fin de semana que se sentía “consternado por la horrible experiencia” y “por haber tenido que cerrar un negocio que le apasionaba”. Asegura que aún trabaja con “pequeños pedidos” desde casa, pero insiste en que “su carrera ha sido destrozada por este conflicto”.
Melissa también estaba triste. Habló sobre las bodas heterosexuales para las que sí le encanta trabajar. “Para mí, personalmente, cuando yo me siento con ellos yo quiero saberlo todo sobre la boda. Me gusta saber sobre las flores, el vestido, los centros de mesa, los colores, el peinado. Incluso me atrevo a querer saber sobre donde van de luna de miel”, lamenta entre lágrimas. “Me encanta de formar parte de un día tan increíble y especial”.
Eso sí, si son parejas del mismo sexo, entonces no. Al propietario le ofende que una pareja homosexual pueda contraer matrimonio.
“Es una violación de mi conciencia, quiero decir, que es una violación de mi libertad religiosa. Es terrible ver como tu propio gobierno te hace esto”, dice Aaron. Cuando le preguntaron si todo esto se debe a la orientación sexual de los contrayentes, él lo tiene claro. “Es sobre el matrimonio y el evento”, señala.
Este no es el primer caso de este tipo en Estados Unidos. En Colorado, la Corte prohibió a un pastelero negarse a trabajar para bodas gais.
Los negocios homófobos tienen poco recorrido. Tener un negocio y discriminar al colectivo LGBT, al final se paga caro.
Foto: patdollard.com
Fuente: ragap.es

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