Contiene minerales y vitaminas y su componente más abundante es el agua, además de carbohidratos, que aportan gran cantidad de energía y bastante más que otras hortalizas.
Su color naranja se debe a la presencia de carotenos -betacaroteno o provitamina A-, un pigmento natural que el organismo transformará en vitamina A cuando la necesita; aporta vitamina E y vitaminas del grupo B como los folatos.
En cuanto a los minerales, destaca el aporte de potasio, y pequeñas cantidades de fósforo, magnesio, yodo y calcio. Cabe destacar que la vitamina E ayuda en la estabilidad de las células sanguíneas y en la fertilidad, además de tener una acción antioxidante.
Están recomendadas para quienes tienen mayor riesgo de sufrir carencias de vitamina A, especialmente aquellas personas que siguen dietas bajas en grasa y aquellas cuyas necesidades nutritivas están aumentadas, como periodos de crecimiento, embarazo y lactancia materna.
El consumo de alimentos ricos en vitamina A es aconsejable para personas propensas a padecer infecciones respiratorias o con la piel seca y escamosa.
Fuente: Femenino.info
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