¿Quieres empleados más honestos? ¡Bríndales una taza de café!

La curiosa relación entre la cafeína y la honestidad

Las personas que duermen poco son más propensas a engañar 

Parece muy traído por los pelos, pero los científicos parecen haber descubierto una singular relación entre el consumo de café (con cafeína) y la honestidad. Está demostrado que la cafeína ayuda a mejorar los procesos cognitivos cuando estamos cansados, pero lo que se conocía menos hasta ahora es el efecto que tiene la somnolencia sobre el comportamiento ético de las personas.

Al parecer, cuando tienes falta de sueño aumenta la presencia en sangre de la adenosina, un nucleósido con un papel fundamental en la transmisión de energía y como neuromodulador del sistema nervioso central. Uno de los efectos de la cafeína es que contrarresta los efectos negativos de la somnolencia bloqueando los receptores de adenosina, aumentando la disponibilidad de glutamato, que actúa como excitador del sistema nervioso central.


Durante un estudio realizado por psicólogos de las Universidades de Carolina del Norte, Washington y Arizona, se vio que los trabajadores que dormían menos de 6 horas por las noches eran más proclives a tener un mal comportamiento en el trabajo al día siguiente, un comportamiento que podría calificarse incluso de poco ético. E igualmente se vio que dar a esas personas un chute de café ayudaba a rebajar el comportamiento negativo.

Según los científicos, las organizaciones deben tener en cuenta que la privación de sueño, por ejemplo en trabajos nocturnos que obliguen a estar despierto toda la noche, pero con tareas exigentes en cuanto a responsabilidad, pueden sufrir con más intensidad este problema, y entender que los efectos negativos no sólo los sufren las personas, sino también pasan factura a medio plazo a las propias empresas.

Habría, entonces, que regular los horarios para dar prioridad a la salud pero mientras tanto, dicen los científicos, convendría contar con una buena provisión de café… aunque nada sustituye una buena noche de sueño.

Por Fátima Gordillo

Fuente: Teknlife.com