Sommelier./EFE
Pero, ¿se conservan peor los vinos con este sistema? ¿Son peores los vinos?
Desde luego los cierres de rosca tienen peor fama que los tapones de corcho y ante el público en general dan el aspecto de “cutre y barato”. Por ejemplo si invitases a tu jefe a cenar a casa, ¿elegirías un vino normalito con corcho o un buen vino con rosca? O si te invitan a casa de unos amigos a cenar y te piden que vayas “desenroscando el vino” ¿no pensarías, que cutres los tíos?
Antes de invitar a tu jefe o de juzgar a tus anfitriones, vamos a intentar explicar las diferencias entre ambos sistemas, explicando las características que deben tener un buen cierre de vino y las ventajas e inconvenientes de ambos sistemas.
Dejar que respire el vino, es decir, que pase la cantidad exacta de oxígeno debe ser inocuo
La función del cierre de la botella (aparte de las obvias) es dejar “respirar” al vino, esto es, dejar que pase la cantidad exacta de oxígeno para deja que el vino evolucione, además debe ser inocuo y no aportar ni sabor si olor al vino.
El corcho natural (de alcornoque Mediterráneo) parece el material perfecto ya que por su características naturales, deja pasar la cantidad perfecta de oxigeno sin aportar olor ni sabor. Pero no todos los tapones de corcho que conservan nuestro vino son de corcho natural. Otros son por ejemplo: corchos multipieza, colmatados, aglomerados etc, que utilizan sustancias químicas como cola de resina que pueden aportar aromas y sabores al vino. Además tanto los tapones de corcho natural como los sintéticos pueden sufrir el temido síndrome del “vino acorchado”. Esto significa que el vino se ve afectado por TCA, un tipo de hongo que produce compuestos volátiles que provocan aromas y sabores desagradables.
Los tapones roscados en cambio están libres de hongos y proporcionan un cerrado perfecto, manteniendo intacta la calidad. Por tanto para vinos jóvenes que se van a consumir en un corto espacio de tiempo parecen una opción recomendable. Para los vinos de guarda, que queremos que vayan evolucionando con el tiempo, es necesario el aporte justo de oxigeno del que hablábamos y esto los tapones de rosca no nos lo pueden proporcionar. ¿Seguro? Ya existen tapones artificiales con las propiedades del corcho, estos tapones permite pasar la cantidad de oxigeno requerida. Otros avances son por ejemplo corchos que evitan la oxidación del vino, reduciéndose así la cantidad de sulfitos añadidos al vino parar su conservación.
¿Un vino con tapón de corcho es necesariamente mejor que uno de rosca? ¿Se conserva mejor un vino con tapón de corcho?
Por lo tanto, ¿un vino con tapón de corcho es necesariamente mejor que uno de rosca? No tiene por qué, ¿se conserva mejor un vino con tapón de corcho? No, de hecho para un vino joven, el tapón de rosca ofrece mejores resultados que un “corcho malo” y para un vino de guarda, aún es pronto para sacar conclusiones, pero con estas nuevas tecnologías es muy probable que los sistemas artificiales ofrezcan mejores resultados en un futuro próximo.
Entonces ¿tienen los tapones de corcho los días contados? Yo no diría tanto, no hay que olvidar que el consumo del vino es un acto social, cultural, que comienza con acto mismo de descorchar el vino, y es que desde la elección del responsable de descorchar la botella, hasta el sonido del corcho cuando sale por fin de la botella, es toda una ceremonia…
Yo soy un romántico, me quedo con el corcho. ¿tu?
DANIEL ESCANCIANO
Fuente: InterEconomia
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