Los investigadores encontraron que el padecimiento se reduce a partir del equivalente a tres cafés diario, entre 85 y 170 miligramos al día; mientras que aquellos que consumían menos de esa cantidad eran más propensos a la disfunción eréctil.
En concreto, los que consumían entre 85 y 170 miligramos de cafeína eran 42 por ciento menos a padecerlo, en comparación a quienes no bebían ese estimulante; pero el aumento de la disfunción aumentaba en 39 por ciento en los que bebían entre 171 y 303 miligramos al día.
El análisis de los resultados dice que el mecanismo biológico sugerido es que la cafeína desencadena una serie de efectos farmacológicos que conducen a la relajación de las arterias del pene, conocidas como helicinas, y el músculo liso que recubre los espacios cavernosos, aumentando el flujo de sangre del pene.
Fuente: NSS Oaxaca
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