El aceite de oliva es uno de los mejores que se pueden elegir para cocinar o simplemente para condimentar la comida ya preparada. Entre sus muchas bondades reduce el colesterol malo y la presión arterial, además de funcionar como antioxidante.
Aceite de oliva
Pero, ¿cómo elegir un aceite de oliva que realmente sume al plato? Hay cuatro detalles a tener en cuenta: la temperatura a la cual fue producido, que sea extra virgen, que realmente esté hecho de aceitunas y que esté envasado en un frasco de vidrio oscuro o lata.
Prensado en frío. Conviene que el aceite haya sido producido a no más de 27 grados de temperatura para que se mantenga la pureza.
Extra virgen, virgen o lampante. El mejor tipo es el extra virgen porque es el zumo puro de aceitunas y tiene todas sus porpiedades mientras que el virgen es más ácido y el lampante es más amarillo y ácido, para nada refinado.
Pura aceituna. Parece una obviedad, pero muchas veces los aceites son hechos con extracto de olivas y el resultado final es un producto de una calidad inferior. También es bueno mirar la fecha de cosecha y la de elaboración del producto final.
Mejor en lata. O en un frasco de vidrio oscuro para mantener el aceite protegido del sol.
Fuente: Minuto uno
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