El Gourmet Urbano: #CAFE ☕ | Los rituales del café: qué dice esta bebida de nosotros como especie

martes, 21 de septiembre de 2021

#CAFE ☕ | Los rituales del café: qué dice esta bebida de nosotros como especie

Etiopía, país originario del café. (iStock)

Este líquido estimulante que beben millones de personas de todo el mundo preferiblemente por la mañana cuenta con una larga tradición que llega hasta nuestros días
"Cuando tomas una taza de café, las ideas entran y marchan como un ejército", escribió Honoré de Balzac en alguna de sus novelas realistas. A muchos esta bebida preparada a partir de los granos tostados y molidos de la planta del café les resultará imprescindible en sus mañanas para funcionar. Lo cierto es que sus propiedades ácidas no le hacen un flaco favor a nuestros dientes y su efecto estimulante tampoco a la calidad de nuestro sueño, pero aun así muchos siguen considerando a día de hoy un auténtico placer el hecho de degustar a solas o en compañía cada mañana un poco de este brebaje mágico y de consumo tan extendido. También existen muchos estudios que lo asocian como un potente aliado a la hora de adelgazar. Pero más allá de esto, ¿cuáles son los ritos culturales y antropológicos que rodean a esta bebida cafeinada?

Al fin y al cabo, se trata de un producto que se consume en todos los países de forma social, por lo que estar reunidos en torno a una taza de café es el perfecto pretexto para alargar una buena conversación ya sea en la tarde o en la mañana. Aunque sus orígenes se asocia a Colombia a partir del descubrimiento del nuevo continente, en realidad es originario de la provincia de Kaffa, en las tierras altas de Abisinia, actual Etiopía, donde su planta crece de forma silvestre. Sus cualidades estimulantes eran muy conocidas por las tribus de esta región en el siglo XI y poco a poco se fue extendiendo hacia oriente en Arabia, de donde se expandiría al resto del mundo. Tal vez por eso la mítica canción de Bob Dylan alojada en su disco 'Desire' posea esa cadencia arábiga, en los que no deja de pedir "una taza más de café para el camino que baja hasta el valle".

"Una taza de café te puede parecer algo muy simple y corriente, pero su existencia procede de muchos puntos geográficos que le dan aromas distintos"

Precisamente un antropólogo filipino llamado Gideon Lasco viajó hacia las regiones en las que nació el café y aprendió todos los pasos de su preparación, pues al fin y al cabo se trata de un producto que consumimos cuando ya ha sido previamente preparado, comercializado en su mayor parte ya molido o bien en sobres solubles en agua. "Comencé a preparar mi propio café, desde la molienda de los granos hasta su preparación, algo que no había hecho antes", asegura en un interesante artículo publicado en la revista 'Sapiens'.

Algo más que una bebida


Como antropólogo, se preguntó sobre la vida social que reuní al café, por qué junto con el agua y el té es la bebida que más se consume en todas las partes del mundo. Sin ir más lejos, es un producto que se sirve en lugares especialmente decorados dedicados específicamente a su consumo. Muchas veces no decimos simplemente "bar", sino "cafetería", al igual que muchas multinacionales del sector servicios han triunfado en los últimos años vendiéndolo como producto estrella: Starbucks es el ejemplo más notorio, cuyos establecimientos hacen un esfuerzo implícito en diferenciarse a través de la música, la decoración y la colocación de las mesas. Todo para brindar una experiencia cuyo centro es el café.

Un hombre asiático tuesta los granos de café en una gran sartén. (iStock)

"En Filipinas, como en otras partes del mundo, las cafeterías representan lo que los antropólogos a menudo llaman un 'tercer lugar', ya que se encuentra en un punto intermedio entre el centro de trabajo y el hogar, ni totalmente privado ni totalmente público", asevera Gideon. "Estos espacios ofrecen a sus clientes habituales una sensación de familiaridad, comodidad e incluso comodidad".

Poco antes de la pandemia, el antropólogo viajó hasta la ciudad de Gondar, en el norte de Etiopía, para conocer a fondo el epicentro del auge y expansión del café. "Fue en los días siguientes, cuando llegamos a las Montañas Simien, cuando comencé a apreciar el café como una fuente de confort y calidez en los días gélidos de esos picos escarpados", relata. "Al comienzo del día, nuestros guías lo preparaban junto con una comida ligera. Al final de nuestra caminata diaria de entre 15 y 20 kilómetros, el café volvía a hacer acto de presencia mientras esperábamos a cenar".

El 'buna'


Gideon llegó hasta Addis Abeba, la capital del país, donde descubrió tiendas y restaurantes tradicionales en las que mujeres vestidas con ropas del folclore local realizaban el 'buna', el nombre que le dan al ritual del café por el que se muelen y tuestan los granos antes de preparar la bebida. "Lo que me sorpendió fue la diversidad y variedad de tipos de café en el interior del país, en cada región y distrito", prosigue. "No me hice con los adjetivos con los que la gente solía describir cada una de las variedades, pero pude apreciar los aromas frutales y sabores florales por los que el café etíope es conocido".

Mujeres y niñas etíopes recolectan y separan los granos de la planta del café. (iStock)

Al ser originario de Etiopía, este país africano está aprovechando y desarrollando la industria su café autóctono, intentándola extender al comercio internacional. Ahora, la pandemia ha interrumpido el progreso económico de la región en base a este producto, pero Gideon asegura que una vez termine volverá para mejorar las condiciones de vida de su población y sus trabajadores.

"Una taza de café te puede parecer algo muy simple y corriente", concluye el antropólogo. "Pero su existencia se basa en numerosos puntos geográficos de diversos sabores y técnicas de preparación. Cada sorbo de café que tomo en Filipinas, proviene de granos etíopes molidos en una fábrica de Estados Unidos, envasados en una botella de vidrio fabricada en Japón y mezclado con leche de las vacas locales". Por ello, conviene detenerse y hacer un alto en la rutina para prestar atención a ese aroma puro y amargo que estimula nuestras mentes y está tan instalado en nuestra vida cotidiana.

E. Zamorano

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