Los aromas de reducción en el vino son uno de sus mayores defectos. Aquí te contamos qué son realmente, de dónde vienen y cómo podemos deshacernos de ellos.
Un vino reducido (y, por ende, los aromas de reducción) son temas siempre debatidos cuando hablamos de cata de vinos. Los aromas de reducción son una familia de olores generados cuando el vino ha estado poco aireado, confinado en un espacio cerrado (como por ejemplo una botella). Estos aromas, derivados del sulfuro de hidrógeno, pueden manifestarse de diversas formas: desde el olor a huevos podridos hasta notas de ajo o cebolla, e incluso reminiscencias de col o repollo cocido.
¿Cómo se originan estos aromas de reducción?
La respuesta está en la fermentación, donde las levaduras, en su búsqueda de nutrientes, pueden producir compuestos azufrados cuando escasean los elementos esenciales para su desarrollo. Este fenómeno es más común en mostos blancos y puede verse exacerbado durante la fermentación alcohólica, cuando las levaduras están en plena actividad.
La presencia de estos aromas no solo es un desafío para los sentidos, sino también para la apariencia del vino. En ocasiones, la reducción puede alterar su color, confundiéndonos sobre su edad o estado de evolución.
Combatiendo al no deseado
Bueno, acá entran en juego algunos trucos ingeniosos. Desde el contacto con láminas de cobre hasta la simple aireación, existen métodos para contrarrestar la reducción y devolver al vino su esplendor original.
Un dato curioso: ¿sabías que una pequeña pieza de cobre introducida en la copa puede hacer desaparecer estos aromas de reducción? El cobre, siendo un oxidante, neutraliza estos compuestos indeseados, ofreciendo una solución improvisada pero efectiva.
El decantador también puede ser nuestro aliado en esta batalla contra la reducción. Al permitir que el vino se airee y se oxigene, el decantador puede ayudar a abrir los aromas y suavizar cualquier rastro de reducción. Esto no es 100% efectivo, pero en ocasiones sí ayuda.
En resumen
La reducción en el vino es el resultado de un contacto insuficiente con el oxígeno durante su proceso de elaboración. Estos aromas son considerados defectos, pero en ocasiones podemos salir airosos y terminar disfrutando la copa.
También te invito a escuchar este episodio del podcast en donde hablamos más en profundidad de este tema de los aromas de reducción y la cata de vinos.
Fuente: marianobraga.com
No hay comentarios. :
Publicar un comentario