El Gourmet Urbano: María Esther López (@mariaestherlope): Café Orgánico: ¿ De qué se trata?

martes, 22 de noviembre de 2011

María Esther López (@mariaestherlope): Café Orgánico: ¿ De qué se trata?

11-09-13 maria esther lopez(1)En mi post anterior tuve la oportunidad de escribir acerca de las ventajas que inadvertidamente gozan algunos de poder degustar Cafés de Origen de variados países, incluidos sus distintos varietales, en contraste con la desventaja de la cual adolecen otros que no cuentan con la misma fortuna.
Desde que me inicié en el mundo del café he sentido una pasión desmedida por aprender acerca del café orgánico. Y valga decir, en general toda la comida orgánica. Es desagradable tener que hacer comparaciones, porque como todos sabemos son odiosas; sin embargo, en otros países la cultura de la “Organic Food” está bastante adelantada, siendo la preferencia de muchas personas a la hora de escoger sus alimentos. Y el café no es una excepción.
 
Fuente: wikimedia, autor: Sage Ross


Pero de qué se trata todo ese tema del café orgánico… ¿en qué consiste específicamente?
Según el National Organic Program (NOP por sus siglas en inglés) del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), al tratarse el café de un producto de un solo ingrediente (granos), cuando se habla de orgánico se refieren a granos 100 % producidos bajo los estándares establecidos por la NOP y esto es sencillamente granos que han sido cultivados bajo métodos naturales sin el uso de pesticidas o fertilizantes, con abonos elaborados con materia orgánica y prácticas mucho más amigables con el medio ambiente que impiden la contaminación, contribuyen con la protección y conservación de la biodiversidad, de los suelos y, mucho más importante, de las cuencas hidrológicas, todo bajo un estricto control de calidad.
 
Mas no solo se trata del uso de pesticidas o fertilizantes, sino que incluso el solo hecho de mezclar granos orgánicos con granos no orgánicos está expresamente prohibido. Incluso si al café le han añadido alguna forma de sabor o un proceso de ayuda secundaria ya eso imposibilitaría el catalogarlo como orgánico.
 
De acuerdo con los parámetros establecidos por Estados Unidos, la certificación orgánica no solo implica que en el cultivo del grano no se han usado productos químicos artificiales sino que abarca el uso de prácticas que coadyuvan al enfoque integral de la administración adecuada del ecosistema.
 
Sin embargo, y en el caso de los Estados Unidos, la certificación orgánica relativa al café puede, en determinadas situaciones, conllevar el uso de productos que podrían considerarse como prohibidos tales como el sulfato de cobre y la cal hidratada, los cuales se usan como fungicidas particularmente contra la roya del café.
 
El café orgánico tiene la característica de contener menor cantidad de ácidos y una mayor concentración de nutrientes, mayor nivel de minerales y de antioxidantes que ayudan a combatir los efectos del envejecimiento.
 
Es obvio, expuesto lo anterior, deducir que el consumo de café orgánico elimina la exposición a los pesticidas e insecticidas habituales en la agricultura contemporánea.
 
Actualmente, el mercado mundial registra una tendencia creciente por los productos saludables y amigables con el medio ambiente, lo cual favorece enormemente la comercialización de este tipo de café, siendo Estados Unidos y Europa los principales importadores, pero también se abren nuevos mercados como China y Europa del Este.
 
Dos conceptos relacionados estrechamente con el café orgánico son los términos Sustentabilidad, que no es más que realizar el proceso minimizando su repercusión en todos los ámbitos y sin detrimento del negocio producto de la actividad, y el término Comercio Justo ,el cual busca retribuir al productor una cantidad de dinero más equitativa con el acento puesto en materia social.
 
El problema con el café orgánico es lo relativo a la Certificación en sí misma. Existen distintas empresas dedicadas a realizarlas, pero en su mayoría cumplen todas una serie de lineamientos similares aunque no existe una regulación uniforme de productos orgánicos a nivel mundial y la elección de dicha empresa depende en gran medida del mercado final del producto. Pero es necesario tomar en cuenta que esta certificación debe hacerse cada año y los costos son bastante elevados porque debe pagarse el traslado de los inspectores, sus viáticos y gastos personales. Es por esto que obtener la certificación se hace a veces muy cuesta arriba cuando el apoyo técnico y de capital es carente para los productores. Las barreras son reales, porque además del costo está el hecho cierto que algunas veces los rendimientos son más bajos. Requiere y exige por parte del productor de un gran esfuerzo y mayor empleo de personal, pero es realmente el precio que se paga por el compromiso adquirido a la Sustentabilidad, y a pesar de ese coste, el resultado final vale la pena y merece el dinero pagado por ese grano.
 
Es importante que se conozca que ese grano certificado no hará ninguna diferencia en la taza de café que usted se lleva a la boca, no tendrá un sabor ni un aroma distinto, su distinción estará precisamente en ese sello que lo identifica como un café cultivado bajo condiciones específicas, bajo estrictos controles de calidad y sin el uso de químicos artificiales que hayan contaminado el grano sino que incluso en su producción no hubo daño al medio ambiente ni al agua, ni erosión de los suelos. Al final, usted sabrá que al comprar un café, ya sea preparado o en granos tostados para moler en la tranquilidad de su propio hogar, ha contribuido con la preservación de nuestro mundo.
 
Los países productores de café orgánico son Bolivia, Brasil, Camerún, Colombia, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Etiopía, Guatemala, Haití, Honduras, India, Indonesia, Kenia, Madagascar, México, Nicaragua, Papúa Nueva Guinea, Perú, Filipinas, Sri Lanka, Tanzania, Tailandia, Togo, Trinidad y Tobago, Uganda. En los Estados Unidos, el café orgánico se produce en Hawái. Los mayores productores son México, Costa Rica, Guatemala, Nicaragua y Perú.
 
Tal como ya les comenté en mi Post Venezuela una realidad cafetalera, en nuestro país se produce café orgánico en Mérida, Trujillo, Lara, Miranda, Monagas y Sucre, los cuales están certificados por la IMO Control Suiza a través de IMO Control Bolivia (IMOLA). No quiero ni debo -porque no es la naturaleza de este Post- extenderme acerca de las vicisitudes por las cuales han pasado nuestros productores nacionales, tanto para obtener la certificación como los resultados obtenidos por ellos al tratar de colocar su producto en el extranjero, dado las limitaciones acérrimas ejercidas por el Gobierno Nacional al controlar la distribución del café y las restricciones para la importación y exportación del mismo. Tengo el honor de conocer a dos de estos productores cuyo café es de la más alta calidad y que nada tienen que envidiar a los grandes productores del mundo, y su desolación raya casi que en la desesperación al estar sometidos a tantos obstáculos en la comercialización del producto.
 
Y allí siguen, como he dicho otras veces, apostando y esperando que ese término de Comercio Justo o “Fair Trade” pueda ser usado en toda su acepción en nuestro país, deseando poder competir en todos los mercados del mundo y al mismo tiempo brindando lo mejor de su producción al mercado interno venezolano.
 
Yo, más que desearlo, LO AÑORO.
 
En mi próxima entrega hablaremos acerca de Siete (7) cosas que debes saber acerca del café. Espero que me sigan acompañando en esta aventura llamada café. Mi Mundo. Mi pasión.
 
Porque detrás de cada taza de café…hay mucho más que granos…



 
María Esther López Cásares.
 
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