Si hay un dulce francés que sigue hoy teniendo fama mundial, es sin duda el macaron. Quizá algo sobredimensionado -no es, ni de lejos, de mis favoritos-, es una elaboración compleja, delicada, que transmite esa elegancia y ese algo chic que asociamos a la pastelería francesa. Su receta base permite jugar con los sabores y decoraciones, algo que aprovechan los grandes pasteleros para lanzar sus propios macarons de autor.
Payard ha querido ir un paso más allá fusionando el macaron con otro de los dulces más apreciados por los estadounidenses, el donut. Puede parecer un poco raro pensar en la unión de dos dulces tan diferentes, pero el francés ha demostrado su experiencia y talento lanzando un postre que ya causa furor en Nueva York. El Donut Macaron vio la luz a principios de marzo con motivo del Día del Macaron, y ahora se vende sólo durante los fines de semana.
Consiste en una base de masa de donut, convenientemente teñida con colorantes, sobre la que se coloca un relleno de crema y se culmina con una “tapa” de macaron, en forma de rosco, del mismo tono rosado y decorada con sprinkles de colores. Debe ser un bocado curioso, con una mezcla de texturas tiernas y crujientes, y sin duda, muy dulce.
Tras muchos años de experiencia elaborando macarons de alta calidad para sus clientes en Estados Unidos, Payard afirma que ha querido demostrar la versatilidad del dulce francés uniéndolo al icónico bollo americano. Parece que tienen mucho éxito, aunque por el momento son un producto muy limitado. Quien quiera probar el Donut Macaron tendrá que acercarse a uno de sus locales en Nueva York. ¿Valdrá realmente la pena?
LILIANA FUCHS
Más información | François Payard
Fuente: Directo al Paladar
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