Las primeras impresiones cuentan y mucho. Especialmente en el mundo del vino. Si la experiencia se aleja de lo que esperábamos antes de probarlo, probablemente no volvamos a hacerlo o nos cueste más repetir.
El caso del vino blanco es peculiar. ¿Cuántas veces habréis escuchado que sólo se deben consumir en el año? Esta generalización no ayuda a conocer muchos y variados blancos que ofrecen matices con el tiempo y evolucionan tan bien como los mejores tintos.
Copas de vino.
El tapón, la temperatura, los posos o la etiqueta son algunos de los campos con más prejuicios. Desde La Buena Vida hemos preparado una breve guía que cubre las cuestiones básicas que se han de conocer en este campo.
Evitar los prejuicios establecidos: 7 cuestiones que debes tener en cuenta si bebes vino
- Hablemos de los posos. Tendemos a pensar que los posos son sinónimo de mal estado o incluso mala calidad en un vino. Sin embargo, encontrarlos en un vino no supone ningún tipo de problema, suelen tenerlos los vinos que han seguido un proceso de elaboración artesanal. Si se da el caso, lo ideal es decantarlo o tener cuidado de no verter lo que queda en el fondo en la última copa.
- La temperatura y el vino, relación irregular. No es necesario que el vino que bebamos esté siempre a temperatura ambiente. De hecho, en verano mejor que no. Si se sirve muy frío es cierto que puede perder propiedades de sabor o aroma, pasando desapercibidos los matices de un buen vino. Lo ideal es servir los tintos entre 14º y 16ºC y los blancos entre 7º y 9ºC.
- El tapón de rosca en los vinos no es sinónimo de mala calidad. Es hora de quitar este prejuicio. La rosca como sistema de cierre no es más que una opción, que de hecho emplean muchas bodegas de alto nivel, en países como Alemania, Nueva Zelanda o Australia.
- La etiqueta. Que ponga “reserva” no es una referencia directa a que sea un gran vino. De la misma manera que el tapón es un simple mecanismo de cierre, Crianza, Reserva o Gran Reserva, hace referencia sólo al tiempo de crianza en madera. No a la calidad de la cual presumen.
- ¿Crianzas o reservas? Depende, es una cuestión de gustos del bebedor. Los crianzas suelen ser más frutales en nariz y con una boca potente. Por su parte, los Reservas tienden más a los aromas terciarios –como cueros, tabacos o ahumados–, y en boca suelen ser más sutiles.
- Los puntos ayudan a elegir un buen vino, es cierto, pero no son garantía inequívoca de éxito garantizado. Ayudan al consumidor que no conoce el vino a hacerse una idea pero hemos de saber que están diseñados por personas, catadores de vino, los cuales tendrán sus particulares gustos, como todos nosotros.
- Por último, las botellas… ¿de pie o acostadas? La recomendación general es conservarlas de manera horizontal por el corcho, que es mejor mantener siempre húmedo. Sin embargo, y como último detalle puntual, en los vinos espumosos lo mejor es almacenarlos de forma vertical para que el corcho en cuestión no termine desintegrándose por el carbónico, el origen de las burbujas
Fuente: El Confidencial Digital
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