Pese a que algunos son muy obvios, otros productos que a simple vista parecen saludables no lo son tanto
La llegada de la primavera y de las altas temperaturas es buen momento para cambiar nuestros hábitos de alimentación y sustituir aquellos productos que contienen gran cantidad de grasas saturadas por otros que, además de ser más ligeros —algo que se agradece especialmente en días calurosos— sean también mejores para nuestra salud. Sin embargos, algunos productos te pueden engañar y, tras una apariencia de alimento saludable esconder una gran cantidad de grasas saturadas.
«Un tema que nos preocupa especialmente a los nutricionistas es el creciente uso de las grasas sólidas para las frituras y preparaciones en hostelería. Estas grasas no solo son más económicas, sino que aguantan mayor número de frituras, de ahí su éxito en el sector, pero es algo realmente perjudicial para aquellas personas que tienen que comer en bares y restaurantes a diario», explica Rodríguez.
Sin embargo, hay alimentos que, a simple vista, no nos parecen tan perjudiciales, como es el caso de las margarinas, que se comercializan como saludables. «Esto no es así, cualquier grasa saturada en la dieta va a contribuir a aumentar el colesterol malo y los triglicéridos en sangre», explica esta experta en nutrición. También los lácteos generan a veces confusión. «Muchas personas creen que los lácteos enteros son inofensivos, y lo son dentro del contexto de una dieta saludable y sin abusar de ellos en cantidad, pero si elegimos yogures cremosos como los griegos, comemos queso curado con frecuencia y además tomamos la leche entera, es fácil que los niveles de colesterol se disparen en poco tiempo», asegura. Lo mismo para las galletas integrales que, si la grasa que llevan es de palma, coco o palmiste, no serán nada saludables.
Para evitar que nuestra alimentación sea muy rica en grasas saturadas, lo que recomienda Rodríguez es seguir la dieta mediterránea, basada en frutas, verduras, hortalizas, cereales integrales, carnes magras y pescados, entre otros. «Es importante evitar el abuso de lácteos enteros y quesos, sustituir las carnes grasas y por otras más magras, aumentar la presencia del pescado en la dieta, elegir productos de panadería que no lleven grasas añadidas y si las llevan, que sean aceites como girasol alto oleico u oliva», cuenta. El aceite de oliva se convierte en algo fundamental si queremos llevar una alimentación saludable, pero también puede serlo el aguacate, por ejemplo para el desayuno, en lugar de mantequilla o margarina.
Aquí tienes una propuesta para sustituit alimentos ricos en grasas saturadas por otros mejores para la salud:
-Carnes grasas, embutidos y fiambres: se pueden sustituir por carnes magras, pescados (frescos y en conserva) o productos como jamón cocido (jamón york) o pechuga de pavo natural.
-Lácteos cremosos: lácteos semidesnatados o desnatados
-Mantequillas y margarinas: el aguacate batido, el queso de untar 0% o el requesón son buenas alternativas para poner como base en las tostadas por ejemplo.
-Natas para cocinar: Leche evaporada o leche normal.
-Bollería, galletas...: se pueden elaborar productos caseros para añadir aceites y grasas saludables, o bien estar atentos a los etiquetados pare elegir los productos que realmente lleven aceites saludables.
Fuente: ABC
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