Si nos fijamos en el momento de la recogida
Una buena o mala decisión de fecha puede conducirnos al éxito o fracaso de toda una campaña. Por ello, la toma de esta decisión recae en manos expertas. El equipo de enólogos es el encargado de definir el momento óptimo para la vendimia, teniendo muy en cuenta siempre el resultado final: qué tipo de vino se desea conseguir.
Así, basándonos en el momento de la recolecta podemos distinguir entre:
Vendimia escalar: Se analiza cada racimo de manera individual, teniendo en cuenta las diferentes fases en la maduración de la cepa. Así, la recogida se lleva a cabo en momentos sucesivos, atendiendo al grado de madurez. En nuestra región esta vendimia apenas se practica. Sí es cierto que en algunas zonas de España se lleva a cabo por áreas dentro de la misma variedad y parcela. Por ejemplo, primero se recogen los racimos de la cara de la tarde del viñedo, y al cabo de los días los de la cara de la mañana; o se vendimian las zonas altas y luegos las bajas (según la orografía del terreno).
Vendimia tardía (late harvest): Consiste en retrasar a propósito la recogida del fruto para aumentar la concentración de azúcares. La sobremaduración de la uva provoca una pérdida de la acidez, por lo que este tipo de vendimia es la preferida para aquellos que quieran conseguir vinos dulces. Así, este método suele estar vinculado a los vinos con una mayor graduación de alcohol.
Vendimia nocturna: Realizada por la noche, aprovechando las bajas temperaturas, para evitar que el calor del día pueda provocar fermentaciones no deseadas. Además, según algunos expertos, este tipo de vendimia es la más apropiada para evitar la pérdida de aroma de la uva. La vendimia nocturna es especialmente útil y valorada en las regiones más cálidas.
Si nos fijamos en el método de recogida
Tan importante es elegir el momento exacto, como el modo en que realizamos la recogida del fruto. Existen dos métodos principales para hacerlo en la actualidad: a mano o por procedimientos mecánicos.
Con la vendimia manual los racimos son recogidos y seleccionados uno a uno, a mano. Los vendimiadores cortan únicamente los que se encuentran en unas condiciones óptimas de maduración. Para garantizar que el fruto llegue en perfectas condiciones a la bodega, el transporte se realiza en cajas de pequeña capacidad, que evitan que se aplaste. Una de las principales ventajas de este método es que garantiza un grado de maduración homogéneo en toda la cosecha.
La vendimia mecánica se caracteriza por el empleo de máquinas vendimiadoras para la recogida del fruto en viñedos en espaldera (estructura metálica formada por postes y alambres que guían el crecimiento de la cepa). Las hileras de viñedos se disponen muy separadas entre sí para permitir el paso de las vendimiadoras. Las principales ventajas de este método son la reducción de costes y rapidez; sin embargo, no garantiza que la cosecha tenga un grado de maduración homogéneo.
Como vemos, la calidad de un buen vino no está determinada solo por su variedad o características. El cuidado, cariño y paciencia con el que se elabora se hará perceptible también en su sabor, aroma y color.
Fuente: Vinícola de Castilla
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