Llega la navidad, época de excesos en la comida. Los menús abundantes y especialmente calóricos rompen con la rutina de nuestro organismo ya que generan un sobreesfuerzo para nuestro estómago. Esto termina pasando factura. Aprende unos sencillos trucos para recuperarse de estos empaños navideños.
Los platos ricos en grasas y salados, las bebidas con gas e incluso con alcohol y los postres contundentes son una mezcla muy peligrosa que, en la mayoría de los casos deriva en una mala digestión o en una digestión pesada, y que en ocasiones pueden llegar a producir indigestiones o empachos.
Sensación de pesadez, ardor, dolor de tripa, gases y vómitos pueden convertirse en compañeros inesperados de estas fiestas y de nuestro colesterol si no se come y cena con moderación y no se pone remedio tras una comida en abundancia.
Debemos intentar ingerir un 15 % de proteínas, 55 % de hidratos de carbono y un 30 % de grasas, aunque sean épocas navideñas y de fiestas.
Remedios para después de estás comidas o cenas navideñas
- Ante los primeros síntomas de malestar o empacho, debemos iniciar una dieta blanda a través de caldos vegetales, purés, frutas, pescados al vapor,... para dar un pequeño respiro a nuestro estómago.
- Mezcla zumo de limón, un litro de agua, una punta de cuchillo de bicarbonato de sodio y otra de sal, y beber un vaso cada 3 o 4 horas.
- Después de una comida abundante, mezcla una cucharada de raíz de jengibre en una taza da agua caliente, déjala reposar y tómala.
- Antes de empezar con los postres, toma papaya o piña fresca que favorecen la digestión de las proteínas.
- El plátano maduro también es una buena elección como antiácido natural, además de las uvas ayudan a hacer la digestión evitando la irritación del estómago.
- Las infusiones de manzanilla, o incluso de menta y tila son soluciones naturales que protegen nuestro aparato digestivo, equilibrado la producción de jugos gástricos, con lo que disminuiremos los gases.
Fuente: demedicina.com
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