El mayor problema de este tipo de cultivos es que las frutas suelen ser mucho más insípidas. Si queremos comernos un melocotón con todo su sabor, en pleno febrero, la mejor opción es la de congelar previamente el alimento.
Pero, como todo en esta vida. Congelar un melocotón y que siga conservando su deliciosos sabor, tiene su técnica. A continuación vamos a mostraros la mejor forma de hacerlo.
Lo primero que debemos hacer es elegir unos melocotones que ya estén maduros. Si todavía están un poco verdes, lo mejor es envolverlos en papel individualmente y dejarlos un par de días.
Hacemos un corte en X en la parte inferior del melocotón maduro. Esto nos servirá para pelarlo mejor
Los introducimos en agua caliente (a punto de hervir) entre 30 y 60 segundos
Luego los sacamos y los introducimos directamente en agua muy fría
El cambio de temperatura favorecerá que la piel se desprenda mucho mejor
Partimos cada melocotón en 2 mitades y le quitamos el hueso
Podemos congelarlos en mitades, pero si los cortamos en gajos, nos será más fácil y cómodo cuando vayamos a utilizarlos
Ponemos papel encerado en una bandeja o recipiente. Colocamos todos los gajos de la misma forma que en la imagen y lo tapamos con film de plástico. Lo metemos en el congelador y lo dejamos un día completo
Cuando los trozos ya estén congelados, podemos cambiarlos a un tupper para ahorra espacio en la nevera. El motivo de no guardarlos directamente en estos envases es para evitar que los gajos acaben pegados entre si
Cuando queramos disfrutar de fruta con todo el sabor solo hay que sacar los gajos que queramos del congelador y dejarlos que se descongelen un rato. Estos trozos serán ideales para acompañarlos con yogur
En el siguiente vídeo veremos todo el proceso en movimiento
Joaquín M.C.
Fuentes consultadas: sfglobe.com
Vía: La voz del muro
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