Algunos alimentos pueden explotar y ciertos recipientes contaminar tu comida
La aparición del microondas en la segunda mitad del siglo XX significó una revolución en las cocinas domésticas de todo el mundo. Pero aunque han pasado, desde entonces, casi 70 años, parece que a veces todavía no hemos acabado de entender bien cómo se usa este electrodoméstico.
Lo cierto es que un mal uso puede ser hasta peligroso. Desde alimentos que pueden explotar hasta recipientes que pueden contaminar tu comida, repasamos qué cosas no deberíamos calentar jamás en el microondas.
Huevos
Huevo explotando (iStockphoto)
Cuando se calienta un huevo duro en el microondas, se generan pequeñas bolsas de agua dentro de la yema. Estas bolsas se sobrecalientan muy por encima de la temperatura normal de ebullición. Cuando las bolsas se pinchan –o se muerden– acaban explotando.
Hace un mes un estudio confirmaba el peligro después de estudiar el caso de un hombre que sufrió quemaduras y pérdida de la audición tras explotarle un huevo –calentado en el microondas– en la boca. No obstante, según el mismo estudio las posibilidades de que suceda algo así no son muy altas, es “como la ruleta rusa”, dijeron los investigadores.
Leche, mantequilla y margarina
La leche y la mantequilla, mejor lejos del microondas (Silberkorn / Getty Images/iStockphoto)
Al calentar la leche en este electrodoméstico puede perder la mitad de los nutrientes que ésta nos proporciona, además de eliminar parte de la vitamina B12 en un 40%.
Por otra parte, cuando derretimos mantequilla o margarina en el microondas, pueden perder el poco valor proteico que tienen de por sí, ya que la manera en que emite calor el electrodoméstico –es decir, la emisión de ondas–, no es buena para estos alimentos. Además, es mejor no poner en el microondas un trozo grande porque, como calienta de manera desigual, algunas partes podrían quedar más calientes que otras.
Frutas y verduras
Los alimentos que tienen un interior más blando que la cáscara pueden estallar (e-anjei / Getty)
No todas se ven afectadas (no es el caso de las patatas, las castañas y los tomates), pero la gran mayoría pierde nutrientes. Además, las frutas y verduras que tienen un interior más blando que la cáscara pueden estallar a causa de la presión que la alta temperatura produce en su interior. Las uvas pueden convertirse en “pequeñas bombas”. Su forma esférica y su cáscara cerosa y resistente, sumado al calor causado por el efecto de las ondas sobre ellas, provocan la explosión.
Si te han sobrado espinacas, acelgas, apio, remolacha, hinojo o cualquier otra verdura cocida del día anterior, tampoco la recalientes. Las ondas de este aparato doméstico pueden convertir sus nitratos –un compuesto inofensivo presente en las verduras – en nitrosaminas, consideradas cancerígenas. Por otra parte, calentar chiles, guindillas y pimientos picantes también puede ser perjudicial para nuestra salud: la alta temperatura provoca que desprendan un irritante vapor que puede hacer que nos escuezan los ojos.
Palomitas
Las bolsas de palomitas contienen ácido perfliorooctanoico (Scvos / Getty)
Increíble, pero cierto. No deberíamos calentar las palomitas en el microondas, pero no por culpa del snack sino por el envoltorio. Las bolsas que las contienen suelen llevar ácido perfluorooctanoico (PFOA), también conocido como C-8, una sustancia indestructible que si se acumula en el organismo puede causar –según estudios hechos con animales–, cáncer endocrino y sanguíneo, esterilidad y problemas en el hígado, entre otros.
Aunque todavía no se han comprobado los síntomas en seres humanos, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) ha señalado esta sustancia como perjudicial.
Carnes procesadas
La carne procesada lleva conservantes y sustancias químicas (fcafotodigital / Getty Images/iStockphoto)
Las salchichas, chorizo, bacon, hamburguesas y otras carnes procesadas llevan conservantes y sustancias químicas que permiten que se conserven durante más tiempo. Sin embargo, al recalentar estas carnes en el microondas, se generan en sus componentes COPs (productos de colesterol oxidado) que dañan sus bacterias y las vuelven tóxicas para el consumo humano.
Recipientes de comida a domicilio
Es mejor calentar la comida a domicilio en un plato normal (rez-art / Getty Images/iStockphoto)
A veces aprovechamos los envases del pedido para guardarlos en la nevera, pero a la hora de calentar el plato en el microondas, es mejor no usar este envoltorio por dos razones: los gases tóxicos que pueden emitir o incluso la posibilidad de que se queme el propio recipiente –sea de plástico, cartón o papel–. A no ser que el envase especifique que el recipiente es apto para microondas, es mejor calentar la comida en un plato normal.
En el caso de que sí se especifique en el envase, es recomendable no meter nunca en el electrodoméstico las tapas con base de aluminio, y evitar los papeles o cartones con dibujos. La tinta podría evaporarse y mezclarse con la comida.
Recipiente de espuma de poliestireno
El poliestireno emite toxinas que pueden causar enfermedades y arruinar la comida (ThamKC / Getty Images/iStockphoto)
El poliestireno es un tipo de plástico muy utilizado en el envasado de alimentos. Los recipientes de este material no son aptos para calentar en el microondas, puesto que emiten toxinas que pueden causar enfermedades y arruinar la comida. No obstante, algunas variedades de poliestireno poseen una etiqueta que especifica “seguro para microondas”.
Termos
El acero bloqueará el calor del microondas (Maryviolet / Getty Images/iStockphoto)
El caso de los termos es algo complicado. Si se trata de los que están hechos de acero inoxidable, lo mejor es que no los calientes. Nunca conseguirás lo que te propones: calentar el interior. El acero bloqueará el calor ylo impedirá y el electrodoméstico se dañará. En el caso de que sea un termo de plástico, comprueba que esté hecho a prueba de microondas.
Tuppers y recipientes de plástico
Los tápers pueden estar fabricados con componentes químicos que provocan alteraciones hormonales (Jelly / Pixabay)
Como en el caso de los termos, es importante comprobar si están hechos a prueba del aparato. Algunos tuppers son de un plástico que tiene una composición muy susceptible al calor, el bisfenol A y los ftalatos, y pueden provocar la migración de sustancias perjudiciales.
Elementos metálicos
En un microondas, un tenedor es más peligroso que una cuchara (gvinpin / Getty)
El metal se calienta a gran velocidad y esto eventualmente podría producir fuego. Sobre todo si el objeto es puntiagudo, como el tenedor: los electrones se acumulan en los extremos y provocan pequeños chispazos.
En cambio, con objetos compactos como la cuchara puede que no pase nada, aunque existe el riesgo de que reboten las ondas y lleguen al centro del aparato y se estropee. Algo similar pasa con los platos con decoración metálica.
Palillos de dientes
El calor que se genera en los mondadientes puede hacer que se prendan fuego con bastante rapidez (Alikaj2582 / Getty Images/iStockphoto)
Si hemos usado un palillo para preparar una tapa y queremos calentarla, debemos quitar el palillo. La madera es inflamable y el calor que se genera en ella puede hacer que se prenda fuego con bastante rapidez. Se debe tener mucho cuidado para que no se propague un posible fuego.
Fuente: La Vanguardia
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