El Gourmet Urbano: #GASTRONOMIA #COMIDAESPAÑOLA 🍲 | Vitoria: la perla desconocida de la gastronomía vasca

sábado, 18 de noviembre de 2023

#GASTRONOMIA #COMIDAESPAÑOLA 🍲 | Vitoria: la perla desconocida de la gastronomía vasca

Una taberna del casco antiguo de Vitoria Bjanka Kadic

Los preciados pinchos y la enorme variedad y calidad de sus vinos ensalzan un enclave prémium que no tiene nada que envidiar a sus vecinos

Vitoria se ha hecho valedora en los últimos años de la etiqueta Green Capital por su apuesta por la sostenibilidad. Pero la capital de Euskadi es más que una “ciudad verde” que invita al visitante a pasear. Es también una muestra de una tradición culinaria que cada vez arrastra más adeptos. La excelencia de sus bares y restaurantes, donde se puede encontrar desde menús hasta una gran variedad de pinchos, y sus vinos le auparon en 2014 a convertirse en Capital de la Gastronomía.

La capital de Álava es una ciudad para vivirla, pisarla y saborearla. Sus amplias avenidas hacen que las distancias se cuenten en minutos, pudiendo descubrir varios de sus templos gastronómicos en un mismo día. Precisamente, para disfrutar de la variedad el mejor aliado son los pinchos. Ese bocado, que comenzó como un aliado para que el vaso de sidra, la cerveza o el chato de vino no cayera en un estómago vacío, es hoy bandera gastronómica de la ciudad. Se ha convertido en un producto con entidad propia dentro de la hostelería y el costumbrismo. Prueba de ello es que muchos ya han sustituido el clásico “vamos de vinos” por “vamos de pinchos”.

Los pinchos son uno de los grandes atractivos de la capital vasca Getty Images/iStockphoto

A lo largo de estas líneas nos vamos de pinchos, pero también de vinos porque aquí se pueden probar algunas de las mejores cosechas de la llamada Rioja Alavesa. El más característico es el tinto. La mayor parte de la producción se elabora a partir de la variedad de uva tempranillo. Con esta conjunción, lo que se practica en la ciudad es el txikiteo o poteo, beber pequeños vasos de vino (txikitos) o cerveza (zuritos), cambiando de local cada poco tiempo para disfrutar de la amplia oferta.

Saborear la Almendra


En su casco medieval, que mantiene gran parte del trazado medieval intacto, encontramos algunas de las tabernas más clásicas de la ciudad. Estas calles con forma de almendra, de ahí que se conozca al lugar con el nombre propio de este fruto seco, esconden barras llenas de carácter e historia. En la plaza del Machete se ubica Le Basque, un restaurante que promete “actualizar la tradición” y que recientemente ha ganado un solete Repsol. Sus mesas se extienden en la plaza para disfrutar al aire libre, pero en el interior su estilo rústico no deja indiferente a nadie. Ya sea en su terraza o en su barra, no podemos abandonar este lugar sin antes probar sus croquetas de osobuco.

Una parada merecen también la catedral de Santa María, las tres iglesias que se cobijan en el casco antiguo y el trazado de la muralla


Caminando hacia la calle San Francisco encontramos otro clásico: el Toloño. Fue el primer bar en ganar el campeonato de pinchos de Euskadi. Una de sus especialidades es el irlandés de perretxikos, un huevo cocinado a baja temperatura y salteado de perretxikos -setas- y crema. Si la cosa va de huevos, entonces hay que caminar hasta la calle Cuchillería para probar los huevos escalfados con chorizo a la sidra que ofrece el bar Idoia. Sin salir de esta calle, una de las mejores para hacerse un hueco en una barra, encontramos el Jango Taberna o Anboto Jatetxea. La lista sigue porque estamos en un lugar imprescindible para tapear: el Siete, la Taberna Txolarre o el Bistro Bar El Gautxo.

Como no todo va a ser comer, recomendamos levantar la vista mientras recorremos la Almendra para apreciar los murales que decoran las fachadas de edificios. El arte urbano se extiende como un lienzo que recoge el pasado y presente con los vecinos como actores principales. Una parada merecen también la catedral de Santa María, las tres iglesias que se cobijan en el casco antiguo y el trazado de la muralla que aún se conserva.

Ruta gastronómica por el centro


No solo la zona más histórica de la ciudad invita al pincho-pote. En el centro, se ubica el Sagartoki, dos veces premio Mejor Barra de Pinchos de España. Sus cocinas no paran durante todo el día y no es fácil encontrar un hueco en su bullicioso interior. Es todo un santuario para los amantes de este bocado y esconde una auténtica joya: el huevo frito con patatas. Parece un plato sencillo, pero aquí nada lo es. Este clásico de la cocina se convierte en sus cocinas en una lámina deshidratada de patata que envuelve un pequeño huevo de gallina.

No es el único atractivo, aquí también se puede disfrutar de la tortilla de patata de Senén, galardonada en 2010 como la Mejor Tortilla de Patata de España. Si hay algo que tampoco puede faltar en una buena barra son las croquetas. En el Sagartoki las encuentras de bacalao y cebolla confitada, queso azul y nueces, trufa, boletus y escamas de patatas. Además, para los más insaciables, también se pueden saciar con las de parmesano y stracciatella de tomate, y jamón ibérico y pan crujiente.

A pocos metros del Sagartoki está el parque de la Florida, creado en 1820. Es uno de los lugares emblemáticos para dar un paseo y descansar en sus jardines, que recuerdan a los jardines románticos franceses. En su interior, se pueden contemplar también las estatuas de los reyes godos esculpidas en 1750 e incluso salir con novio o novia del paseo porque, si quieres sentirte como un local más, debes acercarte hasta el árbol del amor famoso por ser un aliado para la conquista de corazones.

Villabuena de Álava: récord mundial de vino


A una hora de Vitoria en coche, se encuentra Villabuena de Álava, meca para los amantes del vino. Este pueblo, que forma parte de la Rioja Alavesa, ostenta un récord mundial: es el pueblo con más bodegas por habitante del mundo. Su población no llega a los 300 vecinos y congrega más de 40 bodegas. Es un pueblo pequeño que se puede recorrer en un día disfrutando de sus calles y casas de estilo renacentista y barroco. Muestra de esta arquitectura son la casa del Indiano o el palacio del Marqués de Solana. Pero si lo que se pretende es una inmersión por sus bodegas, será necesario dedicarle más tiempo. Algunas de las más destacadas son las Bodegas Luis Cañas, con cautivadores miradores a los viñedos, Bodegas Izadi o Bodegas y Viñedos de La Marquesa-Valserrano. Las hay donde siglos de historia atesoran este cultivo y la elaboración de caldos, es el caso de las Bodegas Ramírez Baigorri cuyo origen se remonta al siglo XVII.

Ardoaraba, cita con la enograstronomia


En el mes de diciembre, durante algunos días, Vitoria acoge una muestra de lo mejor de la tierra. Ardoaraba es la feria en la que la cultura del vino, la gastronomía y los productos gourmet se convierten en protagonistas. En sus stands no sólo se pueden probar algunos de los mejores vinos de la Rioja Alavesa, también se pueden degustar txakolis, sidras de Euskadi y otras denominaciones invitadas, acompañadas, como no podía ser de otra manera, con unos buenos pinchos que sirvan para llenar el estómago. A la cita suelen sumarse bares y restaurantes de la ciudad ofreciendo una ruta con la que disfrutar de la variedad.

MARC SOLANES

Fuente: La Vanguardia

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