El Gourmet Urbano: Los caminos del vino

jueves, 3 de septiembre de 2015

Los caminos del vino

La Asociación Cultural Nuestras Raíces de Galindo y Perahuy toma contacto con la realidad vitivinícola de Castilla y León

Las mejores zonas vinícolas del mundo se encuentran bajo la influencia de algún río. Es así en España y en Castilla y León, donde el río Duero o algunos de sus afluentes atraviesan las sendas en las que se asientan los viñedos de la Ribera del Duero, Rueda, Toro, Tierra del Vino de Zamora, Arribes, Cigales, Arlanza, Valles de Benavente y los Vinos de la Tierra de Castilla y León. Solo los vinos de la Sierra de Salamanca y Cebreros, que miran al Tajo, y Bierzo, que lo hace al Sil, escapan a la influencia protectora del gran padre Duero. Son los caminos del vino.

De izquierda a derecha, María Jesús Gallardo, Nieves Caballero, José Luis de Paz y Juan Manuel García./ Word


Así lo expuso la periodista Nieves Caballero, redactora de vinos, gastronomía y turismo de El Norte de Castilla, ante los miembros de la Asociación Cultural Nuestras Raíces, de Galindo y Perahuy. Precisamente, de raíces habló la periodista para recordar que «no hay otro elemento más arraigado a la cultura de nuestros antepasados y a nuestra vida que la cultura del vino».

En otro momento de su intervención, reivindicó la necesidad de proteger el patrimonio de las bodegas subterráneas que salpican multitud de los municipios y villas de Castilla y León.

La que fuera locutora y presentadora de radio y televisión María Jesús Gallardo, presidenta de la Asociación Cultural Nuestras Raíces, recordó «la importancia del vino desde tiempos de los fenicios hasta nuestro días y su presencia en todas las celebraciones».

Por su parte, el vicepresidente de la citada asociación, Juan Manuel García Paíno, médico de profesión, exvicepresidente del Colegio de Médicos de Salamanca, exdirector médico de Atención Primaria y copresidente de la Asociación de Amigos del Museo de la Casa de Lis, puso en valor las cualidades cardiovasculares saludables del vino, sobre todo del tinto, siempre que se beba con moderación (una o dos copitas diarias), gracias a las propiedades antioxidantes de sus polifenoles y taninos.

El encuentro tuvo lugar en el restaurante del centro de turismo rural El Corralón de Perahuy en el que se encuentra también el museo La Casa de Labranza Tradicional de Salamanca, donde hace una semana se celebró una feria de oficios con una gran participación de público. Como no podía ser de otra forma, la charla coloquio se cerró con un vino español y un picoteo de embutidos de ibérico puro de Salamanca. Los hermanos José Luis y Domingo de Paz son los propietarios y desatores del complejo turísticos ubicado en la antigua casa de labranza familiar rehabilitada.

Variedades

Durante su presentación, la periodista de El Norte apuntó que uno de los aspectos esenciales de la comunidad autónoma es la gran diversidad de vinos. «Castilla y León cuenta con tal cantidad de variedades de uva, de suelos y de climas que es unas de las zonas de España y del mundo que concentra en su territorio mayor diversidad de vinos. Con una materia prima tan variada los bodegueros elaboran vinos muy singulares bajo la influencia del Duero y sus afluentes, como Duratón, Pisuerga, Arlanza, Bajoz, etc., desde Soria hasta Zamora y a su paso por Burgos, Segovia, Valladolid y Zamora», subrayó Caballero.

«Desde el nacimiento del Duero en los empinados Picos de Urbión, en Soria, el río busca la meseta de escasa pendiente y la recorre hasta encajonarse en los escarpados, salvajes y congostos Arribes de Zamora y Salamanca, antes de precipitarse en el mar en Oporto, ya en Portugal. Así también se suceden los hermosos paisajes», añadió.

La redactora también incidió en la importancia del clima y del suelo. «El hombre ha elegido las mejores parcelas para plantar los viñedos, nunca los mismos que para el cereal, suelos pedregosos y de cantos rodados, calcáreos, calizos o arenosos, que tanto influyen en la personalidad y el espíritu de los vinos».

Nieves Caballero citó algunas de las variedades autóctonas más presentes en los vinos de Castilla y León, como las uvas tintas tempranillo, tinta de Toro, mencía, prieto picudo, garnacha, garnacha gris, rufete, bruñal, Juan García, y las blancas verdejo, palomino, godello, viura, albillo, malvasía, moscatel y Doña Blanca. Castas que se identifican con determinadas denominaciones de origen y zonas de vinos de calidad de la comunidad autónoma.

Los vinos de la provincia de Salamanca centraron algunos de los argumentos de la redactora. Así explicó que la vinífera Juan García es la variedad principal de la Denominación de Origen Arribes del Duero, una variedad autóctona de gran personalidad y finura, a la que se unen la Rufete y la Tempranillo, también llamada en esta comarca vitivinícola Tinta Serrana o Tinta Madrid, la Garnacha y la Mencía. Pero, en los escarpados valles por los que fluye el río Duero en dirección a Portugal, también existen la Bruñal y la Bastardillo Chico, dos variedades con gran potencial de desarrollo. Dentro de las uvas blancas, en estas tierras de Salamanca y Zamora destaca la Malvasía, junto a la Verdejo, Albillo y Puesta en Cruz.

Al mismo tiempo, defendió que la Denominación de Origen Protegida Sierra de Salamanca es una de las zonas vitivinícolas más bellas de Castilla y León al estar situada en pleno Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia y con gran diversidad de suelos, bajo la influencia del Río Alagón, el afluente más largo del río Tajo. La Rufete es la variedad autóctona y predominante en la zona. Se trata de una variedad sutil, de compleja elaboración, que aporta aromas delicados con recuerdos a frutas rojas y especiados, con taninos dulces y suaves que aportan elegancia y complejidad a los vinos. Otras variedades tintas son Tinta del País, Garnacha y Garnacha Gris, y las blancas Verdejo y Albillo.

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