¿Sabemos lo que comemos? ¿comemos todo lo que es comestible? ¿por qué no comer insectos? Entomofagia, es precisamente eso, comer insectos.Uno de los objetivos fundamentales del ser humano es la alimentación en su necesidad de nutrirse el hombre debe buscar los alimentos necesarios para subsistir, y dependiendo de su hábitat consumir unos alimentos u otros. Está obligación necesaria de búsqueda de alimentos para satisfacer las necesidades nutritivas del hombre, ha sido practicada durante cientos de años, termina por convertirse en hábito y costumbre, y como tal en identificativo cultural de los pueblos. En la selva del Amazonas, así como en otros lugares, del planeta son abundantes los insectos, muchos de ellos de gran tamaño, de ahí que los habitantes de estas zonas recurran a ellos, de forma asidua, como alimento en compensación a la escasez de otras especies que le aporten las calorías necesarias, otra aportación interesante, para comprender el consumo de insectos por los humanos, es que estos son muchos más asequibles para las clases desfavorecidas que la carne. De ahí que, más de las dos terceras partes de la humanidad coma insectos de manera más o menos habitual.
Los territorios menos consumidores de insectos son Europa y Norteamérica. En gran medida se debe a que los hábitats naturales de estas zonas son pobres en insectos, en particular de gran tamaño, y son más ricas en animales mayores salvajes o domésticos. El habituarse a una dieta carente de insectos hace, culturalmente, que estos sean rechazados de manera inmediata y considerados no gratos y nocivos. Él hecho de pensar en una hormiga, un escarabajo o una chinche como alimento provoca repugnancia. No obstante no ocurre lo mismo con los crustáceos, a pesar de ser animales mucho más carroñeros. Las culturas consumidoras de insectos son muy numerosas. En particular en aquellas regiones más ricas en fauna insectil y más pobres en vertebrados de gran tamaño, hormigas consumen diversos grupos de población en Colombia, Tailandia, Suráfrica, los aborígenes australianos y numerosas tribus amerindias, abejas y avispas en China, Birmania, Sri Lanka y algunas zonas de Japón. Mariposas, polillas o sus larvas entre los esquimales, Indonesia, Japón, China, Madagascar, Zimbabwe, Cucarachas en China, Tailandia, los bosquimanos del Kalahari y aborígenes australianos. Méjico es hoy día el mayor consumidor de insectos, no sólo por la cantidad de especies consumidas, más de 250; sino por el gran porcentaje de población que los consume. En Méjico se comen, larvas de mariposas, larvas de hormigas o escamoles; los huevos de chinches acuáticas llamados ahuautle conocidos como caviar mejicano; saltamontes llamados allí chapulines; larvas de abejas y avispas. ¿Por qué comer insectos?
Los insectos son seres vivos perfectamente comestibles desde un punto de vista biológico, nutritivamente hablando son una gran fuente de calorías. Cien gramos de termitas africanas proporcionan 610 calorías frente a 245 que proporciona la misma cantidad de hamburguesa cocinada. Para satisfacer las necesidades de calorías diarias habría que comer 3.3 kilos de gambas (camarones) frente a tan sólo 500 gramos de termitas. Por otra parte tienen la ventaja de que su combinación de altos contenidos de materia grasa y proteínas los hace aconsejable para gente carente de ambas.
El interés nutricional de los insectos no es sólo por su contenido en proteínas, sino también por la constitución de sus grasas. Sus ácidos grasos poli insaturados son mayores en proporción a los del pescado o las aves. En cuestión vitamínica, por ejemplo, las larvas de abeja contienen diez veces más vitamina D que el hígado de pescado y dos veces más vitamina A que la yema de huevo. Por tanto desde un punto de vista, sensorial, nutritivo y toxicológico no hay nada que nos haga evitar su consumo –otra cosa es el aspecto cultural.
Por tanto los insectos son seres vivos perfectamente comestibles y que nos pueden aportar un gran número de ventajas.
Los insectos son el grupo animal más numeroso de la naturaleza, por tanto fomentar su consumo, podría contribuir en gran manera a paliar las necesidades alimentarias de una gran parte de la humanidad que carece de los recursos nutritivos necesarios.
Grillos Cubiertos de Chocolate:
Ingredientes:
25 grillos adultos
Chocolate semi-amargo
Preparación:
Enjuaga los grillos, sécalos y congélalos por media hora o hasta que mueran. Arranca las patas y, si lo deseas, las cabezas y cocínalos a 250° F hasta que estén crujientes. Calienta el chocolate a baño María hasta que se derrita. Sumerge los grillos en el chocolate uno por uno y ponlos a enfriar en una pieza de papel encerado.
Mochileros Gastronómicos
Valera Estado Trujillo – Venezuela.
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