“En cualquier concurso de cocina hay que seguir las reglas de ese concurso. Y aunque mi cocina en La Dorita está llena de mujeres que respeto y admiro por su trabajo, en mi parrilla tengo hombres: el asado y el fútbol son pasiones donde los hombres se lucen más, no puedo imaginar cómo alguien vegano pueda comprender la magnitud de una carne recién hecha”, acota Sebastián Valles, creador de La Dorita, respecto del fracaso argentino en el Mundial del Asado realizado en Suecia.
La Dorita, ícono porteño dedicado a la carne asada, con sedes en Capital y en San Isidro, recrea los grandes mitos parrilleros en una suntuosa carta plena de vocablos y gustos locales: Provocampi (Provoleta en masa de pan de campo con chorizo, rúcula y tomates); Provomingo (Provoleta con cebolla, morrón asado, jamón cocido, huevo frito saborizado con aceite de trufas) y Fugaletta (Provoleta rellena con cebollas caramelizadas); Súper Bife La Dorita de 600 gramos con papas, batatas rústicas, rúcula, tomates asados, huevos fritos y variedad de salsas.
¿Los tips de Sebastián Valles para no fallar en ningún asado? Salar la carne recién al ponerla sobre las brasas para no desangrarla, no tocar la pieza ni darla vuelta para que forme una costra de sabor, colocar la carne sobre la parrilla priorizando los cortes grandes y poniendo último los pequeños porque se cocinan más rápido, usar siempre mucho fuego, disponer del calor según los cortes: las mollejas que tardan mucho siempre van atrás, y adelante la entraña.
No en vano esta célebre cantina parrillera sigue sembrando adeptos, con una sola meta bien cumplida: saciar íntegramente, y ganar, si es posible, en el Mundial o en cada asado cotidiano y porteño que desafía los sentidos.
En: Humboldt 1892 (4776-5653)/ Arce 901 (4776 4190)/ Bulnes 2593 (4802 8640)/ Libertador 798 (4815 2554)/
Tiscornia 1040 (San Isidro)/ 4815-2554 /
www.parrillaladorita.com.ar
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