Brindis de cervezas. Imagen: Pixabay
¿Cómo se llega a pensar en este producto para fabricar cerveza? Doug Bremner, Matthew Boustead y Brendan Bake se basaron en el experimento que un cervecero de Oregon de nombre Rogue Ales realizó hace años: creó levadura a partir del pelo de su barba.
Dueños de la Cervecería 7 Cent, utilizaron sus conocimientos científicos para comprobar qué pasaría si ellos cultivaran sus pelusas del ombligo. Así, 'recolectado' el producto a estudiar, las diferentes pelusas fueran puestas en las placas de agar (o placa de Petri) que se utilizan en microbiología como medio de cultivo. Y el proceso de incubación acabó, entre otras coas, con el crecimiento de colonias de levadura. Tal y como explican en su blog, tras el descubrimiento seleccionaron "las colonias de levadura individuales y se criaron hasta que tuvimos cantidades que dieron para hacer pruebas".
Ahora el reto es hacer de esta cerveza una bebida buena que haga olvidar de dónde procede la levadura que se utiliza en su fabricación. "Una vez que se acostumbre a la idea de que la levadura es una levadura, sin importar dónde se obtiene, entonces puede sentarse y disfrutar de la cerveza... en teoría". Para hacer más fácil el olvido, han dado a la cerveza aires belgas e incluye sabores procedentes de la cáscara de naranja y el cilantro.
Será presentada en mayo en Australia en el festival Great Australasian Beer SpecTAPular.
Fuente: Eco Diario - El Economista
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