(Foto: Alexander Naglestad en Unsplash)
Los vinos espumantes son el acompañante perfecto para los tiempos de fiestas que se vienen. Conversamos con una especialista, quien nos cuenta las características de cada tipo y con qué tipo de alimentos quedan mejor.
Para conocer más sobre estos tipos de vinos espumantes conversamos con Marisol Oliva, Directora Comercial de Panuts y especialista en vinos con más de 20 años de experiencia. “Los tres son parecidos, pero hay algunos detalles generales vinculados a cada uno de ellos que los hace únicos. La gente suele llamar champagne a todo, pero, en realidad, solo se debe llamar así al que viene de Francia y cumple con los parámetros de la denominación de origen”, explica.
Champagne
Este vino espumoso es producido exclusivamente de uvas cultivadas en la región de Champagne, zona delimitada al noreste Francia. Es la única región del mundo donde se produce exclusivamente vino espumoso. Las variedades de uva utilizada en este vino son Chardonnay, Pinot Noir y Pinot Menuier.
Uva Chardonnay. (Foto: Manuel Venturini en Unsplash)
El inventor de este vino fue un monje benedictino llamado Dom Pierre Pérignon, en 1693. Para su elaboración, se sigue el método Champenoise, que consiste en darle una segunda fermentación en botella. Es el mismo método de elaboración que el tradicional, sin embargo, únicamente los enólogos de Champagne pueden legalmente hacer constar en la etiqueta este procedimiento.
Maridaje: Según explica Oliva, debido a su acidez y sabor complejo, son perfectos para maridar con pato, foie gras, carnes blancas, pescados, ostras o quesos, por mencionar algunos ejemplos.
(Foto: Timothy James en Unsplash)
Cava
Esta variedad se produce en España, mayoritariamente en Cataluña. Su producción tiene como núcleo la comarca vinícola del Penedès, alrededor de Sant Sadurní d’Anoia. Pero también se produce, en menor volumen, en provincias como La Rioja, Valencia y Zaragoza. Las principales variedades de uva que se utilizan son Xarel·lo, Macabeu y Parellada aunque también se pueden utilizar variedades de Champagne, como el Chardonnay y Pinot Noir.
(Foto: Steve Daniel en Unsplash)
“La mayoría de los cavas son secos, de acidez media y con cierto carácter ahumado. Además, el clima soleado en el que se cultiva la uva garantiza una adecuada maduración de estas, evitando la adición de azúcar que se lleva a cabo en los champagnes para poder mostrar un paladar sedoso. Pocos cavas son elaborados para envejecer a largo plazo”, explica la especialista.
Al igual que en el caso del champagne, se elabora con el método tradicional de segunda fermentación natural en botella, que se utiliza en la elaboración de vinos espumosos de alta calidad. Para elaborar un cava rosado se permite el uso de Pinot Noir y Trepat.
Maridaje: Debido a que son más secos, es decir, contienen menos azúcar, son perfectos para acompañar la comida. En este caso, Oliva comenta que se puede acompañar una paella de arroz o un fideua, pero también queda perfecto con platos con mariscos, ostras o pescados al horno.
Prosecco
El nombre de este vino proviene de una región al noreste de Italia, específicamente en una zona delimitada de 9 provincias comprendidas en las regiones de Veneto y Friuli Venecia Giulia. A diferencia de sus dos variantes, el método de vinificación es de segunda fermentación en tanques de acero inoxidable, conocido como el método charmat, que da vinos frescos, afrutados y de poca complejidad. La principal variedad es la Glera, conocida anteriormente como prosecco.
(Foto: Aleisha Kalina en Unsplash)
“Desde 2009, la producción de Prosecco se divide en dos categorías diferentes: Prosecco DOC y Conegliano Valdobbiadene DOCG Prosecco Superior. Estos vinos están destinados a ser consumidos cuando son jóvenes y frescos y no se benefician del envejecimiento en botella”, dice Oliva.
Antonio Carpenè fundó, en 1868, Carpenè Malvolti, la primera bodega en producir un Prosecco reconocido. Otras de las uvas usadas son la Verdiso, Bianchetta Trevigiana, Perera, Glera lunga, Chardonnay, Pinot Bianco, Pinot Grigio y Pinot Nero (única variedad tinta).
Maridaje: La especialista en vinos comenta que este vino destaca por el olor frutal, su dulzor y finura en boca, por lo que es muy interesante para aperitivos. Queda bien con ceviches y mariscos, calamares fritos, pastas cremosas y con platos a base de pescados. “También es un buen protagonista para hacer cócteles, ya que combinado con zumos de frutas queda muy bien”, agrega Oliva.
(Foto: Cesar Campos / GEC)
Pierina Denegri Davies
Fuente: El Comercio
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