El Gourmet Urbano: Tarot y gastronomia: Al pan, pan; y a los muertos su transformación. La Muerte, el arcano sin nombre

domingo, 21 de julio de 2013

Tarot y gastronomia: Al pan, pan; y a los muertos su transformación. La Muerte, el arcano sin nombre

Valentina InglessisLa carta de La Muerte (el arcano sin nombre) es la peor interpretada de toda la baraja, parece referirse a la muerte real y física, cuando en realidad rara vez es su significado real. La muerte, suele asustar, pues es un misterio, sin embargo en muchas culturas antiguas, el concepto de muerte es otro: transformación profunda, revolución.

 

image            
image

 

Un ejemplo de ello lo tenemos en la Celebración del día de los Muertos en México y otros países de América Central. Se trata de una celebración prehispánica que honra a los difuntos el 2 de noviembre. Para los antiguos mesoamericanos la muerte no tenía las connotaciones en las ideas de cielo o infierno sirven para castigar o premiar.

 

Según la creencia de la civilización mexicana antigua, cuando el individuo muere su espíritu continúa viviendo en Mictlán, lugar de residencia de las almas que han dejado la vida terrenal. Dioses benevolentes crearon este recinto ideal que nada tiene de tenebroso y es más bien tranquilo y agradable, donde las almas reposan plácidamente hasta el día, designado por la costumbre, en que retornan a sus antiguos hogares para visitar a sus parientes. Aunque durante esa visita no se ven entre sí, mutuamente ellos se sienten.

 

La Celebración del día de lo Muertos es una fiesta de alegría y evocación. Llanto o dolor no existen, pues no es motivo de tristeza la visita cordial de los difuntos. Desde remotas épocas hasta la actualidad, el “banquete mortuorio”, resplandece en todas las moradas mexicanas, desde los humildes jacales o casas rústicas, hasta los palacios y mansiones.

 

La comida ritual se efectúa en un ambiente regiamente aderezado en el que vivos y muertos se hacen compañía.

 

La fiesta en México representa toda una serie de elementos del folklore que únicamente se ven en esta época del año. Uno de ellos es el pan dulce llamado "pan de muerto" hecho con levadura que todos degustan en la cena. También son muy tradicionales los cráneos hechos de azúcar.

 

Volviendo al arcano sin nombre, su verdadero significado y el tema de la carta es: las nuevas oportunidades y los poderes de transformación. Nuevos comienzos que inevitablemente dejan atrás situaciones o relaciones previas. A la mayoría de nosotros nos desequilibra el cambio, y en general cuando no lo generamos nosotros mismos. El pasado siempre está muriendo, el futuro nace en cada momento del presente. La muerte refleja el principio Universal del “desapego” y la “liberación”.

 

La carta del arcano XIII, nos invita a una limpieza radical del pasado, a una revolución que se sitúa en las profundidades del ser. Está situada en el centro, en el corazón del Tarot, incitándonos a verla como una labor de limpieza, una revolución necesaria para la renovación y el ascenso que conduce gradualmente hacia la realización total. Se trata de una labor de limpieza y purificación, como una labranza o una siega que preparan el terreno para una nueva vida. El esqueleto representado en el arcano, es el esqueleto que llevamos en nosotros mismos, el hueso, la esencia viva y la estructura de todo movimiento y no un esqueleto que dejamos atrás al irnos de esta vida (A.Jodorowsky, La vía del Tarot).

 

El paso por el Arcano XIII, es un proceso de eliminación que labra el ego y lo doma, se dejan atrás los elementos inútiles, los sistemas de valores y los conceptos reductores quedan abolidos y con ellos la complicidad que manteníamos con nuestra no realización o con nuestra neurosis.

 

Este arcano nos invita a cortar todos los lazos de dependencia, para permitirnos recuperar la libertad perdida, nos indica la vía de la transformación y nos lleva de la mortalidad a la inmortalidad de la consciencia individual.

 

Según Jodorowsky si el arcano sin nombre nos hablara diría:

“Si te das prisa, me alcanzarás. Si frenas te alcanzaré. Si andas tranquilamente, te acompañaré. Si te pones a girar, danzaré contigo. Ya que nuestro encuentro es inevitable, ¡hazme frente ahora mismo! Soy tu sombra interior, la que ríe detrás de la ilusión que llamas realidad. Paciente como una araña, engastada como una joya en cada uno de tus instantes, compartes tu vida conmigo; si te niegas a ello no vivirás en la verdad. Ya puedes huir al otro extremo del mundo, que yo siempre estaré a tu lado. Desde que naciste, soy la madre que no deja de darte luz. ¡Alégrate entonces! Sólo cuando me concibes la vida tiene sentido. El insensato que no me reconoce se aferra a las cosas sin ver que todas me pertenecen. No hay ninguna que no lleve mi sello. Permanente impermanencia, soy el secreto de los sabios, ellos saben que sólo pueden avanzar por mi camino.

 

Los que me asimilan se vuelven poderosos. Los que me niegan, tratando en vano de huir de mí, pierden las delicias de lo efímero: son sin saber ser. Agonizan sin saber vivir.

 

Los niños no me imaginan. SI pudieran hacerlo, dejarían de ser niños, pues soy el final de la infancia. Quien me encuentra en su camino se vuelve adulto: sabe que me pertenece. Devoro sus dificultades, sus triunfos, sus fracasos, sus amores, sus decepciones, sus placeres, sus dolores, sus padres, sus hijos, su orgullo, sus ilusiones, sus riquezas, lo devoro todo. Mi voracidad no tiene límite, devoro incluso a los dioses. Pero con el último, con el auténtico, una vez disueltas las máscaras en mis entrañas, me rompo lo dientes. En su indescriptible misterio, en su presencia ausente, en su ausencia presente, me mato a mi misma…..Cuando la totalidad de la materia pasa por mi garganta sin fondo y las cosas dejan de aparecer, me veo obligada a esfumarme.

 

Gracias a mí, todo se convierte en polvo y todo se hunde. Pero no pienso que sea una tragedia. Hago de la destrucción un proceso de extremo esplendor. Espero que la vida se manifieste hasta alcanzar su mayor belleza y aparezco entonces para eliminarla con la misma belleza…..mi destrucción permanente abre la vía a la creación constante. SI no hay fin, no hay comienzo. Estoy a servicio de la eternidad. Para obtenerla, debes aceptarme y debes combatirme al mismo tiempo, porque en el fondo no existo, sólo existe la vida, es decir, el cambio. SI te entregas a la transformación, te conviertes en el amo del momento efímero, porque lo vives en su intensidad infinita. Por mí nace el deseo en los vientres, en los sexos. El coito sirve para conquistar la eternidad.

 

Si no tuvieras cuerpo material, yo no existiría. Cuando te conviertes en puro espíritu, desaparezco. Sin materia, dejo de ser. Para triunfar, tienes que darme todo aquello que, en realidad, siempre ha sido mío. Tus ideas tus sentimientos, tus deseos y tus necesidades, todo eso me pertenece. SI quieres conservar algo, por ínfimo que sea, tú que no eres nada ni posees nada, lo perderás. Perderás la Eternidad.

 

¡Se fuerte! ¡Vive junto a mí! Quien camina conmigo transforma a sus hijos, sus amigos, su patria, su mundo. ……compréndelo: en mi extrema negrura, soy el ojo de ese impensable que podrías llamar Dios. También soy su voluntad. Gracias a mí vuelves a El. Soy la puerta divina: quien entra en mi territorio es un sabio, y quien no puede cruzar mi umbral conscientemente es un niño miedoso acorazado en sus detritos. En mí hay que entrar puro: deshazte de todo, deshazte incluso del desasimiento, aniquílate. Cuando desaparezcas, aparecerá Dios”.

 

A continuación les ofrezco una receta de pan de muertos, con la esperanza que algún día la preparemos y que al hacerlo y al comerlo descubramos la vida, como una danza de ilusiones, descubramos que no hay diferencia entre la materia y el sueño, descubramos que aceptando la muerte seremos mas sabios, que pueda ocurrir la fiesta de la transformación, se engullan los egos y comprendamos finalmente que es un milagro estar vivos.

 

PAN DE MUERTOS

 

INGREDIENTES PARA EL PRE FERMENTO

  • 40 gramos de levadura fresca de panadería
  • 2 cucharadas de azúcar
  • 1/2 taza azúcar
  • 2 cucharadas de harina panadera

 

INGREDIENTES PARA EL PAN

  • 6 tazas harina
  • 1 pizca de sal
  • 3 1/2 barras de mantequilla
  • 6 yemas
  • 6 huevos
  • 1 lata de leche condensada
  • 1/4 taza agua de azahar
  • 1/4 taza agua de anís

 

INGREDIENTES PARA LA DECORACION

  • 1 clara
  • 5 cucharadas de azúcar
  • 5 cucharadas de agua

 

PREPARACION DEL PREFERMENTO

  1. Desbarata la levadura hasta que quede hecha polvo, puedes ayudarte con un tenedor. Mientras, diluye el azúcar en media taza de agua en un recipiente.
  2. Agrega la levadura en la harina con cuatro cucharadas de agua de azúcar y revuelve muy bien.
  3. Una vez que consigas una pasta ligera, suave y tersa, déjala reposar como por 35 o 40 minutos hasta que en su superficie de la masa se formen burbujas.

 

PREPARACION DEL PAN DE MUERTO

  1. Mientras esperas a que se formen las burbujas en la pasta, cierne la harina y la sal. Luego haz un hueco en el centro y agrega en el centro, la mantequilla blanda, la lata de leche, el agua de azúcar y el agua de anís. Mezcla con ritmo hasta no sentir grumos.
  2. Cuando sientas que ya no hay ningún grumo en la masa del Pan de muerto, amásala con la masa de la siembra que ya debe tener las burbujas en la superficie. De nuevo, debes amasar con ritmo hasta que la masa no se pegue ni en la mesa ni en tus dedos.
  3. Terminada esta labor, haz dos bolas con la masa que resulte y colócalas en un recipiente tibio, previamente engrasado con mantequilla. Posteriormente, con la punta del cuchillo marca en la masa una cruz de dos centímetros de profundidad.
  4. Tapa la masa con un paño húmedo y déjala reposar unas dos horas hasta que aumente su volumen.
  5. Una vez que hayan pasado las dos horas, notarás que casi se borró la cruz. No te preocupes si la cruz ya casi no se ve, es parte del adorno del Pan de muerto. Ahora, por 2 o 3 minutos, golpea la masa tantas veces como puedas con todas tus fuerzas.
  6. Ahora, separa una pequeña porción de masa para formar los huesos y las lágrimas de los fieles difuntos. Coloca todo en una bandeja para hornear y embadurna los futuros Panes de Muerto con la clara de huevo para que brillen. Luego déjalos reposar en un lugar tibio durante 40 minutos.
  7. Cuando veas que los Panes de Muerto aumentaron su tamaño de nuevo, colócalos en el horno previamente calentado a 200° C. Déjalos ahí de 35 a 40 minutos. Sácalos y dales unos brochazos con el azúcar disuelto en agua. Finalmente, espolvorea azúcar sobre cada Pan de Muerto.

 

Valentina Inglessis

 

 

No hay comentarios. :