La tarta Tatin, es una de las tartas más representativas de la cocina Francesa. Pertenece a las tartas conocidas como “invertidas “, las cuales se crearon antes de que los hornos fueran indispensables en las cocinas y los pasteles se cocían en una cazuela sobre el fuego, con su tapa. Por eso, la capa de masa se cocía, por encima de las frutas y no por debajo, para que quedara crujiente mientras el azúcar se caramelizaba por debajo.
La tarta de manzana “Tatin “se le atribuye a las hermanas Stéphanie y Caroline Tatin, quienes eran las cocineras del Hotel Tatin et Terminus a finales del siglo XIX y comienzos del XX. Son varias las versiones que se cuentan en torno a cómo Inventaron ellas este postre, siendo la más conocida la que narra cómo en un despiste de Stéphanie Tatin hizo que se cocinaran más de la cuenta las manzana, y para no desperdiciarlas le pusieron la pasta encima y la hornearon, y después le dieron vuelta con cuidado, dando lugar a esta variante tan conocida.
En la carta del COLGADO, el arcano número 12, aparece un personaje cabeza abajo, con el cuerpo invertido. La posición invertida indica la necesidad de contemplarse a uno mismo desde una perspectiva enteramente distinta. Es una carta que indica que la mente ha de estar “suspendida” y que nuestro modo de pensar sobre nosotros mismos debe ser invertido, al menos durante un tiempo con la finalidad de reconocer lo que debe cambiarse en la personalidad para incorporar más luz, esta inversión de los pensamientos, nos pueden conducir a un gran descubrimiento, tal cual como les sucedió a las hermanas Tatín…
EL colgado también nos habla de un sacrificio, él sabe que para preparar el renacimiento tanto material como espiritual, es necesario hacer una parada. EL colgado deja de identificarse con la comedia del mundo y con su propio teatro neurótico: ofrece en sacrificio al trabajo interior las inquietudes de su ego, en ese sentido su caída es un ascenso. También se puede interpretar en esta carta una inversión de las perspectivas del intelecto, el cual es abolido, lo racional deja de dominar la conducta y la mente se vuelve receptiva. El punto de vista sobre la vida cambia. EL colgado nos invita a desprendernos de una antigua forma de ver el mundo llena de ilusiones y proyecciones, para que entremos en nuestra verdad esencial.
Nos invita a retirarnos del mundo, sin abandonarlo y tener la voluntad de entrar en estado, en el que ya no hay voluntad, en un estado en el que las palabras, las emociones, las relaciones, los deseos, las necesidades no nos atan.
Citando a Alejandro Jodorowsky (La Vía del Tarot)…. Y si el colgado hablara….” No soy los sentimientos, los observo desde una esfera intangible donde sólo hay paz. A una distancia infinita del río de los deseos, sólo conozco la indiferencia. No soy un cuerpo, sino quien lo habita. Para llegar a mi mismo, soy un cazador que sacrifica su presa. Encuentro la acción candente en la infinita no-acción. Atravieso el dolor para encontrar la fuerza del sacrificio. Poco a poco me deshago de lo que podríamos llamar “yo “. Entro en mi mismo incesantemente, como en un bosque encantado. Nada poseo, nada conozco, nada sé, nada quiero, nada puedo.
Sin embargo universos enteros me recorren, me llenan de sus torbellinos y se van. Soy el cielo infinito que deja pasar las nubes ¿qué me queda? Una sola mirada, sin objetivo, consciente de si misma, haciendo de si misma la última y máxima realidad. Entonces estallo en pura luz .Entonces me convierto en eje de una danza total, en agua bendita a la que vienen a beber los sedientos.
A partir de ese momento soy el aire puro que expulsa las atmósferas viciadas. A partir de ese momento, mi cuerpo atado se convierte en fuente cataclísmica de la vida eterna.
Sólo soy un corazón que late, que propulsa la belleza hacia los confines de la creación. Me convierto en la dulzura apacible, en cualquier dolor, en la incesante gratitud, en la puerta que conduce a las víctimas al éxtasis. EL camino en pendiente por el que uno se desliza hacia arriba. En la viva luz que circula en la oscuridad de la sangre “.
Una receta de la tarta Tatin.dulzura apacible, para un estomago agradecido. Tarta invertida que nos invita a la posibilidad de contemplarnos desde otras perspectivas.
INGREDIENTES:
- 5 a 6 manzanas verdes o preferiblemente amarillas
- Ralladura y jugo de un limón
- 1 ½ tazas de azúcar
- 6 cucharadas de mantequilla sin sal, cortada en trozos
- Una porción de masa quebrada preparada con:
- 2 tazas de harina
- ¼ cdta de sal
- 2 cucharadas de azúcar
- 175 g de mantequilla sin sal, cortada en trozos y enfriada
- 175 g de mantequilla sin sal, cortada en trozos y enfriada
- ¼ de tazas de manteca vegetal cortada en trozos y enfriada
- ½ taza de agua fría, o más si es necesario
Preparación:
1. Pele, descorazone y corte en cuarto las manzanas, corte los cuartos en dos. Mezcla en un recipiente con el limón, ½ taza de azúcar y deje reposar unos 20 minutos para que libere jugos. Escúrralas.
2. Coloque un sartén grueso sobre fuego moderado, derrita la mantequilla e incorpore el resto del azúcar, mescle con una cuchara de palo, hasta que se forme un caramelo dorado.
3. Acomode una capa los trozos de manzana sobre el sartén, bien arregladas, decorativamente, acomode el resto de las manzanas encima. No importa que se sobresalgan ligeramente del sartén, pues ella luego se reducen.
4. Precaliente el horno a 425 ° F.
5. Caliente la sartén donde colocó las manzanas, a fuego moderado, hasta que se empiecen a ablandar, presionando los trozos hacia abajo y basteando con los jugos, a los pocos minutos, cuando se empiezan a suavizar, cubra el sartén y cocine unos 10 a 15 minutos más, chequeando y basteando frecuentemente con los jugos.
6. Retire del fuego y deje enfriar, mientras extiende la masa.
7. Estire la masa previamente enfriada, en forma de círculo, hágale unos huecos pequeños, para que se libere el vapor mientras se cocina. Dóblela a la mitad y luego en cuartos. Centre el centro de la masa sobre las manzanas y extienda rápidamente. Presione la masa entre las manzanas y el borde del sartén.
8. Hornee hasta que la masa esté dorada y crujiente.
9. Retire del horno y verifique el relleno. Si está muy líquido y no se ha formado una miel espesa, ponga el sartén a hervir de nuevo sobre luna hornilla, cuidando no evaporar completamente los jugos.
10. Voltee la tarta sobre un plato grande mientras esté caliente. Re arregle los trozos de manzana si es necesario.
Valentina Inglessis
Chef Instructora.
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