En esta oportunidad hablaremos de un arcano menor, el AS DE COPAS. El palo de copas está relacionado con el elemento agua, que a su vez está asociado con la emoción, el talante, la fantasía. Representa la senda emocional hacia la toma de decisiones. Algunos autores suelen vincular el palo de Copas con el amor y con el desarrollo de nuestra capacidad para amar de verdad.
Las copas simbolizan el agua, significan el amor que permite al alma expandirse. Las copas muestran una experiencia íntima que fluye en vez de definir, que se abre en vez de restringir, representan el amor, la imaginación, el júbilo y la paz, un sentimiento de armonía y de maravilla. Nos muestran que el amor es la vía hacia el espíritu, tanto el amor que damos a los demás como el que recibimos de ellos y de la vida misma en sus momentos más felices.
El as de copas, está representado por una copa resplandeciente que se nos ofrece para que disfrutemos al máximo. Una copa rebosante, que invita a fluir y evidenciar nuestras experiencias sensoriales.
Esta carta nos recuerda y es sugerente a una copa de vino, listo para ser bebido, una copa para brindar, para ofrecer.
El as de copas nos invita a abrirnos más, así como una copa de vino también. Esta carta habla del maravilloso momento en el que podemos experimentar una oleada de sentimientos positivos y creativos Así, como ocurre cuando estamos ante una copa de un buen vino, que puede darnos el don y el poder de los sentimientos y de la creatividad. Un trago de vino puede marcar el comienzo de un flujo de emociones en nuestra vida, especialmente en el amor.
El vino es un elemento alquímico por excelencia, en el cual ocurre la transformación de agua en fuego y de fuego en agua permanentemente. Tiene el poder de transformar nuestras aguas densas en vapores etéreos y luminosos, de despertar nuestro espíritu, de abrir nuestro inconsciente individual y el colectivo también. El as de copas es una carta muy alquímica, representa esa transformación de agua en fuego, de líquido en ideas, de bebida, en creatividad.
Hoy por hoy está admitido que dos vasos de vino al día son cardioprotectores y estimuladores del metabolismo celular. Es un elemento importante en la alimentación, favorece la digestión, aporta calor que el organismo convierte rápidamente en energía.
Los buenos vinos son aquellos que te aclaran la mente, que te hacen ver cosas que antes no veías, sin perder la razón, un buen vino de entrada es aquel que no se sube a la cabeza, sino que despeja la cabeza. El vino que te aclara la mente, es un buen vino, que te la anula es malo, no importa el precio o la marca.
En definitiva el vino es un elemento saludable, es un elemento, al igual que el As de Copas de alegría y de contento, de abundancia de expresión inspiradora .Esa copa que es un templo tan pleno, sólo tiene valor si se vacía en el mundo. Una copa de vino llena está para ser bebida.
“Solo queda elegir o dejarse elegir”
¡Salud!
Valentina Inglessis
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