Diariamente escucho sobre “dietas milagrosas” que aseguran la pérdida, en pocas semanas, de aquellos kilos que nos alejan de la figura esbelta con la que (se supone) todos soñamos.
Al preguntar en qué consisten estas dietas, lo que escucho es prohibición a un alto número de alimentos que son necesarios para el buen funcionamiento de nuestro organismo por considerarlos “malos”. De ahí surge otra pregunta: ¿quién determina que un alimento es bueno o malo?
Un Gourmet Urbano no califica los alimentos en buenos o malos. Tampoco cree en dietas mágicas. Un verdadero Gourmet sabe que comer saludable es un estilo de vida donde se equilibra el placer de disfrutar de los más finos sabores y los más puros aromas sabiendo que nutre sanamente su cuerpo y su mente. Por esta razón, un verdadero Gourmet es exigente como comensal: se informa sobre los beneficios de los alimentos; se planifica un régimen nutricional para recibir diariamente los nutrientes necesarios; y come, a menudo y en moderadas porciones, para mantenerse activo y con buen ánimo. También sabe que si desea bajar de peso, por haber cometido algunos excesos, sólo debe reducir su ingesta diaria en un 25% por cada ración, sin afectar su salud.
Esto despierta, en todo Gourmet, la creatividad para elaborar platos que sean todo un arte, con sus ingredientes preferidos que le aportaran los nutrientes necesarios para su organismo sin afectar su peso. Veámoslo en una receta que uno de nuestros columnista ofreció la semana pasada: Pizza de frijol. Exquisita receta saludable que deleita nuestro paladar -hecho con un alimento típico de nuestro país- y que nos aporta carbohidratos (harina), proteínas (frijol) y lípidos (aceite de oliva); tres componentes que nuestro cuerpo debe recibir a diario y que nos protegen, en conjunto, de los accidentes cerebrovasculares, de los problemas cardiacos y del colesterol, y no afecta nuestra línea.
Recurrir a esas dietas milagrosas no es más que un claro desconocimiento nutricional que empuja a caer en excesos o defectos alimenticios. Pero esto no queda aquí. Lo grave es que, recurrir frecuentemente a estas dietas, acarrean enfermedades cardiovasculares, problemas de hipertensión, problemas estreñimiento, osteoporosis, sequedad en la piel, mal aliento, entre muchos otros.
Estas afirmaciones son apoyadas por especialistas en nutrición quienes han declarado que las “dietas milagrosas” son un completo engaño. Les recomiendo leer la fuente de este escrito; allí están las opiniones de los especialistas y explica, con más detalle, los efectos negativos de las dietas milagrosas. Sólo si la persona tiene problemas de salud serios, es que pueden existir limitantes para ciertos tipos de alimentos. Si no es así, catalogar a los alimentos en buenos o malos es privarnos de uno de los tantos placeres que enriquece nuestra vida: comer
FUENTE: http://www.rtve.es
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