Noviembre y diciembre son meses críticos para la mayoría de nosotros. Mantener una planificación alimenticia y la moderación a veces se nos puede escapar de las manos cuando nos encontramos en una época en la que visitamos a la familia, los amigos, asistimos a fiestas, reuniones y consumimos lo que nos ofrecen.
Nuestro cuerpo cuenta con su propio sistema depurativo donde nuestro hígado y los riñones llevan la batuta, pero a veces esto no es suficiente y los síntomas de estos excesos pueden ser variados: cansancio, pesadez, estrés o una erupción repentina en la piel.
Desintoxicarse no necesariamente significa pasar un día en ayunas. Hay gente que lo hace y respeto su decisión, pero defiendo más el de comer alimentos frescos y ligeros, al mejor estilo gourmet, que un día esperando a que pasen las 24 horas de ayuno para volver a comer.
Cuando mi cuerpo pide un día de desintoxicación es cuando más lo consiento. Le brindo alimentos de aromas frescos, sabores refrescantes, colores alegres y consumo mucho líquido, como té y bebidas saborizadas preparadas en casa. Me rodeo de olores, colores y alimentos que me ayuden a disminuir la sensación de pesadez que nos deja un día de copiosa comida, donde las frutas, las verduras y hortalizas son mis mejores herramientas para desintoxicar el organismo. De este abanico de opciones, hay alimentos que tienen un mayor efecto en cuanto a desintoxicar el cuerpo se refiere:
Los vegetales de hojas verdes: todos son excelentes desintoxicantes, pero el berro es un depurativo por excelencia ya que protege el hígado. Purifica y tiene un efecto diurético que ayuda a eliminar cualquier residuo tóxico en el organismo, además brinda vitaminas y minerales.
El ajo: activa ciertas enzimas del hígado que pueden ser de utilidad para el proceso depurativo del organismo.
Las frutas rojas: en general todas son excelentes desintoxicantes por su contenido en vitamina C, pero destaca la fresa porque ayuda al sistema depurativo a descargar toxinas, es diurética y ligeramente laxante y alcalinizante de la sangre.
La manzana: es una de las mejores aliadas debido a sus propiedades depurativas y a las altas dosis de fibras que contiene.
Las uvas: en jugo o frescas resultan ideales. Son ricas en minerales y vitaminas que ayudan a mejoran la circulación y purificar la sangre.
El limón: diurético natural que se puede incorporar en jugos, infusiones y aderezos. Rico en vitamina C, vitamina considerada desintoxicante porque ayuda a convertir las toxinas en sustancias solubles en agua, lo que hace que puedan ser eliminadas con más más facilidad.
El yogurt: evita que las células nocivas se instalen en el organismo y ayudan en la limpieza del tracto intestinal. Un alimento infaltable en las limpiezas del organismo.
¿Cómo preparar un menú gourmet para desintoxicarnos sin que esto afecte nuestro paladar?
Es muy sencillo si dejamos volar nuestra creatividad gastronómica. Un desayuno, por ejemplo, puede conformarse con el cereal de nuestra preferencia (me gusta mucho la versión de Musli Tres Cereales), una taza de yogurt fresco descremado y fresas picadas acompañadas de un puñado de frutos secos (las almendras y nueces son una buena opción) también picados. También podemos preparar un jugo o una ensalada de frutas tropicales con una taza de avena aromatizada con clavos y canela y un yogurt de frutas.
El almuerzo y la cena puede ser un filete de pescado o huevos acompañado con una ensalada de vegetales verdes con tomate y pepino aderezada con limón, algunas hojas de yerbabuena y una taza de arroz. También puede ser una taza de caldo o crema de vegetales acompañadas de unos calabacines salteados con un poco de ajo, aceite de oliva y papas al vapor aromatizadas con alguna especia.
Para las meriendas la mejor opción son las frutas refrescantes.
Aumentar la ingesta de líquido también ayuda, pero un buen Gourmet lo consume con estilo. Un té verde en la tarde o un agua saborizada preparada en casa ayuda a desintoxicarse. El agua saborizada más común es la que se prepara con limón, pero hay otra receta que agrega a la concha de limón cubitos de piña y pera. Otra es la de mango con hojas de menta, o la muy refrescante y depurativa agua saborizada con algunas rodajas de cítricos, como naranja y limón, con jengibre. Consumir estas aguas saborizadas con mucho hielo es una delicia.
Como ven amigos gourmets, limpiar nuestro organismo no es dejar de comer. Incluso puede llegar a ser una experiencia grata, y esa es la idea. Podemos desintoxicar nuestro cuerpo de los excesos comiendo sabiamente, sólo requiere de unos ajustes que no ponen en riesgo sabor y gusto. Mientras más nos cuidamos más nos debemos consentir. El equilibrio, como siempre, es la clave.
FUENTE: http://www.vitadelia.com
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