lunes, 20 de diciembre de 2010
@walezca Barrios: Cómo disfruta la Comida Navideña un buen Gourmet Urbano sin engordar en el intento
Ya estamos a pocos días de La Navidad y la gustosa Comida Navideña ahora sí ya se hizo dueña de nuestras neveras y despensas: pernil, hallacas, ensalada de gallina, nueces, torta negra, dulce de lechosa, vinos espumosos, poches y un sinfín de productos y alimentos muy típicos de estas fechas es lo que nos rodea hasta finales de este mes.
Abunda la alegría, los buenos deseos, los buenos momentos con la familia y amigos, y, por supuesto, la buena comida. En estas fechas, todo se confabula para emplear poco esfuerzo y lograr que el ambiente, nuestro ánimo y las platos estén en sintonía. Pero hay algunos aspectos, que nosotros los Gourmets, debemos recordar aún en la algarabía decembrina ya que un plato navideño, aún cuando sea catalogado de alto en calorías, no es dañino siempre y cuando estemos conscientes de cómo lo ingerimos para obtener los mejores beneficios del mismo para nuestra salud sin privarnos de una buena degustación. Aquí les hago un recordatorio de algunos consejos Gourmets saludables para Navidad y Año Nuevo.
La importancia de un buen desayuno.
Por muchas reuniones y fiestas a las que nosotros como Gourmets podamos asistir, el desayuno será una de las comidas que dependerá de cada uno. Un buen plato de avena con vainilla, miel, canela y clavo especies, con un puñado de pasas y nueces picadas, un jugo de naranja y un humeante café con cardamomo (por ejemplo) es un desayuno que levanta el ánimo y nos aporta la energía suficiente para el ajetreo de las fechas. Además, estar satisfechos con la primera comida nos mantendrá alejados de cometer excesos. No importa la hora en que regresemos de algún compromiso: al levantarnos debemos desayunar.
Comer porciones pequeñas y lento.
Un verdadero gourmet nunca come porciones abundantes ni de forma desaforada. Sabemos que bastan pocos bocados para hacer de un platillo una experiencia inolvidable y degustar un plato lleva a comer lento. En las fiestas decembrinas se hace un poco difícil mantener este estilo por lo variado y abundantes que se suelen servir las comidas, pero si animamos a otros a que se detengan a probar lo que consumen, estaremos educando y disfrutando en compañía de nuestra gente especial sin excedernos.
Mantener la planificación del menú.
Estas fechas nos obligan a estar más atentos en lo que consumimos para no saturar nuestro paladar y nuestro organismo. Estos puede, en ciertos momentos, pedir alimentos más frescos, y la infinidad de platillos ligeros acordes a la época lo permite: Un mero al papillote con hierbas aromáticas o un pavo relleno de vegetales, una papa asada y una ensalada de repollo con piña, manzana y pasas es un menú con un toque navideño que nuestro paladar y nuestro organismo agradecerá.
Realizar las 5 comidas diarias
Lo comentamos la semana pasada. Un Gourmet degusta, disfruta cuando come, por eso no “salta” sus comidas ni espera a morir de hambre para hacerlo. Ya sabemos, por los nutricionistas, los efectos que esto tiene en nuestra salud y uno de ellos es que cuando pasamos muchas horas sin comer, lo hacemos luego en exceso. Pero como Gourmets -que conocemos nuestro cuerpo y nuestros gustos- no comemos por comer: comemos porque disfrutamos los alimentos, nos conectamos a ellos y alimentamos nuestro cuerpo.
No comer en cualquier sitio, y si toca hacerlo crear las condiciones adecuadas.
Y no hablo de restaurantes, hablo del lugar que buscamos como gourmets para sentarnos a disfrutar la comida. Un Gourmet que cuida su salud (física y mental) no disfruta de una buena hallaca de pie o sentado frente a la TV. El buen Gourmet busca y crea las condiciones para tener un momento de tranquilidad y saborear lo que consume. Es un momento en el que nos conectamos con nuestro cuerpo y nuestro entorno a través de la comida. Las fechas se prestan para ello, pero no hay que descuidarse.
Recuerden, mis estimados Gourmets, que diciembre es licencia, pero para disfrutar los sabores que identifican nuestras navidades venezolanas, sin caer en excesos. Bueno, no en vano somos todos unos
Gourmets Urbanos. Les deseo una Navidad llena de sabor que alimente el cuerpo y el corazón.
FUENTE: http://www.sanar.org
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