El Strudel de Manzana o Apfelstrudel es un postre exquisito de la cocina tradicional de Austria y Alemania. Se dice que era un alimento consumido por los menos adinerados y que su elaboración se desarrolló a partir de la Baklava, postre árabe que se elabora con pasta philo y nueces, entre otros ingredientes.
El Strudel de manzana se ha extendido por las cocinas de todo el mundo. De allí surgieron algunas variantes de la receta que se adecúan a las necesidades y paladares de los comensales. Lo básico es que la masa del strudel sea muy fina; por eso, si la masa se compra hecha, se suele emplear hojaldre bien estirado, pasta philo o similares.
El Strudel de manzana se debe servir fresco y todavía caliente, con algo de azúcar glasé espolvoreada sobre él. Generalmente, se sirve con una salsa caliente dulce de crema aromatizada con vainilla. Dicha salsa se sirve en recipientes de porcelana, y es habitual que en las cafeterías y restaurantes austriacos y alemanes se acompañe de helado de vainilla.
Este es un postre donde hay que tomar en cuenta su dulzor debido a sus componentes: la manzana cocida, las pasas y la azúcar que se le espolvorea al postre por encima; adicional a esto, suele acompañarse con helado sabor a mantecado o vainilla. Para poder realizar una armonía correcta es necesario pensar en los componentes de todo el plato y los sabores que aportan cada uno para integrarlos, por ello daremos, como sugerencia, 2 armonías tomando en cuenta que uno esté acompañado con helado y el otro no.
Strudel con Helado
El helado le aporta al strudel algo más de dulce, pero también algo de grasa y para ello se necesita una buena acidez. La mejor opción es un Late Harvest, ya que proporciona acidez y dulzor para equilibrar el postre. Nuestra recomendación se inclina al Late Harvest del Nuevo Mundo, en específico al de Viña Echeverría, ya que éste está elaborado en su totalidad con uva Sauvignon Blanc. Esta uva le proporciona a este vino de postre un poco más de acidez, importante para conseguir un buen equilibrio del vino, pero también para ayudar con la parte grasa del helado.
Strudel sin Helado
Para el mismo postre sin el helado la armonía puede ser mas dinámica, ya que bien pudiéramos usar el vino de postre recomendado o, para cerrar la cena, un espumante Demi Sec, que es la armonía que más nos agrada porque ofrece un equilibrio de sabores en boca muy agradable como un buen final para la cena. Para este postre nuestra elección es El Pomar Demi Sec que aporta las cualidades que se necesita del vino para este postre.
Eliezer Rondón y Johana Impagnatiello
Sommeliers
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