jueves, 10 de marzo de 2011
Vanessa Barradas (@vanesommelier): ¿Se cata o se degusta?
Es muy común que nos inviten a una cata de vinos, desde las que normalmente se organizan en casa junto a familiares y amigos, hasta las que son convocadas por casa importadoras de vinos y distintas organizaciones dedicadas a programar y organizar eventos en torno al elixir de Baco.
Debido a que la cultura del vino en Venezuela apenas está en crecimiento encontramos un sinfín de información errada, mitos y verdades a medias sobre el vino, comenzando por el mal uso de algunos términos que, aunque parezcan significar lo mismo, están muy alejados el uno del otro.
Vamos a repasar algunos conceptos básicos, según el Diccionario de la Real Academia Española:
Catar: Probar, gustar algo para examinar su sabor o sazón.
Degustar: Probar o catar, generalmente con deleite, alimentos o bebidas.
Al leerlos sin mucho cuidado pareciera que dicen lo mismo, pero hay una palabra clave a considerar y que hace la gran diferencia.
Cuando catamos estamos examinando un alimento o una bebida. En este caso específico hablamos del vino, y para hacerlo de una manera profesional debemos disponer de una hoja de cata diseñada bajo las normas de algunos organismos internacionales para ser llenada y examinada, con el fin de ofrecer una puntuación de un vino, sea para alguna revista y/o guía especializada como para dar premios en un concurso.
Otro caso completamente distinto es cuando degustamos, ya que lo que se busca es conocer el producto de una manera individual; darnos a probar un vino para explicarnos su procedencia, características y propiedades es lo que la mayoría de las veces sucede cuando nos llega esa invitación a “catar” de parte de alguna importadora o empresa dedicada a realizar este tipo de actividades.
Claro, esto no quiere decir que para ser invitados a una cata debemos poseer algún tipo de habilidad especial. De hecho, cuando se organizan catas para hacer una guía de vinos dirigida al público en general, se invita justamente a personas que no tengan tanto conocimiento en la materia, el principal -y casi único- requisito que se les pide es que les guste el vino.
Todo va a depender del motivo para el que se haga una cata. Normalmente, en un concurso se invitan a expertos que prueban los vinos a ciegas para lograr mayor objetividad; la mayoría de las veces, las medallas obtenidas en la etiqueta de una botella suelen ser resultado de este tipo de concursos y nos da una idea de la calidad del vino.
Ahora, en nuestro país se está utilizando mucho la modalidad vinada en casa, la cual consiste en llevar a una reunión o fiesta, vinos de varias uvas, países, colores y/o añadas para aprender a diferenciarlas y cultivar, día a día, el conocimiento de esta cultura; sin embargo, realmente no estaremos catando sino degustando y la única evaluación que haremos quedará en el gusto de cada participante.
Por los conocimientos adquiridos, sea en una cata o en una degustación, siempre saldremos ganando; una persona puede estudiar muchísimos textos especializados e incluso hacer un curso de sommelier, pero no será sino la practica la que dará los frutos de ese esfuerzo. Por supuesto que siempre con moderación y responsabilidad. La única y mejor manera de saber sobre vinos es probándolos, así que cualquiera que sea la manera de lograrlo será totalmente válida; eso sí, cuidando el término correcto de la actividad que estamos llevando a cabo.
Vanessa Barradas
Sommelier
asesoriasgourmet.wordpress.com
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2 comentarios :
Hola Vane, que buen post.
Imposible dejar de comparar el vino con el café. Sucede lo mismo.
Un beso y bienvenida.
Muchas gracias queridisimo!!...ahora en la misma familia y practicamente con la misma pasion que queremos transmitir a nuestros lectores sobre lo que mueve nuestros sentidos: El cafe y el Vino!
Nos seguimos leyendo!
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