El deporte y el pan: una relación personal.
"Un perro caliente en el estadio es mejor que un filete en el Ritz". - Humphrey Bogart - Humphrey Bogart
Curiosamente, este artículo no se desarrollará bajo la premisa del consumo del pan por parte de los deportistas como complemento a los carbohidratos necesarios para generar esas energías requeridas para romper récords mundiales, para generar masa corporal, la cual luego será moldeada con largas secciones de entrenamientos, pesas, spinning, aeróbicos, etc., o los tan recomendados ejercicios cardiovasculares, ¡no!. El mismo se desarrollará como una forma de estudiar la curiosa relación que existe entre los que disfrutan de los deportes y la gastronomía existente en los estadios o lugares donde se concentran una cantidad de personas aficionadas a un deporte y el momento sublime de deleitarse de especialidades como perros calientes, hamburguesas, bocadillos, tapas, etc.
Ya en artículos anteriores hablé de lo intrínsecamente ligados que se encuentran los panes en la gastronomía a la salud, a la religión, a la política, incluso a nuestra propia existencia. Pareciera que esa relación fuese eterna, destinada a todas las actividades de nuestras vidas, de la cual difícilmente podremos ver esa separación -a no ser que formemos parte de ese grupo de personas intolerantes al gluten-, lo que haría pensar que el pan es igual al hombre o el hombre es igual al pan. Pero que hasta en los deportes, y aclaro, no como alimento, sino como forma de identidad arraigada en países con una alta afición a determinado deporte, veremos como poco se disocian el pan y el deporte.
La experiencia de comerse un perro caliente en el Yankee Stadium no tiene precedente, es algo donde no importa que tu equipo vaya perdiendo, lo importante y seguro es que esa salchicha encontró hermandad con un suave y caliente pan, diseñado específicamente para contener salsas, pepinillos, etc., y no perder su compostura hasta el último bocado. No quiero con esto decir que en otros estadios no sean igualmente espectaculares, pero en lo que a mí respecta los de Nueva York, son lo máximo. Como dato curioso se consumirán en la temporada 2011 de las grandes ligas aproximadamente 22 millones y medio de perros calientes, desde abril a octubre, un promedio mensual de tres millones doscientos mil de esta joya gastronómica americana, nada malo para la industria panificadora.
En relación al fútbol, el consumo de pan no se queda atrás. Quien no ha tenido la oportunidad de presenciar un juego en el Camp Nou en Barcelona o en el Santiago Bernabéu de Madrid y disfrutar de un bocadillo, coreando los cánticos alegóricos para darle fuerza a su equipo, se ha perdido de una de las experiencias gastronómicas más eufóricas de noventa minutos. Aunque en realidad el disfrute del bocadillo siempre viene en el tiempo intermedio, se pueden disfrutar de jamón ibérico, de morcón y emmental, o simplemente de jamón y queso en un pan ciabatta o baguette que harán de esos momentos deportivos toda una fiesta culinaria.
Si vamos más allá de estos dos ejemplos donde el deporte hace fiesta con su par, seguramente encontraremos más relaciones entre ambas. Es el caso de las olimpiadas mundiales, de los mundiales de fútbol, etc. Para darles un ejemplo, se calcula que para las Olimpiadas de Londres en el 2012 se servirán más de 13 millones de comidas para el público en general, atletas, personal voluntarios, dignatarios y periodistas. Estos productos serán locales, orgánicos y éticos. Se necesitarán solo para la Villa Olímpica 25.000 barras de pan, para alimentar a los atletas. MacDonald`s será el único restaurante oficial de ventas de productos alimenticios, contará con cuatro restaurantes para servirle a los más de veinte mil atletas, personal de prensa, organizadores y a los cientos de miles de espectadores que disfrutarán de cuatro semanas de duras jornadas deportivas del más alto nivel competitivo. ¿Pero cuántas comidas estima vender este gigante de la comida rápida? Se calcula que sólo MacDonald`s venderá 3 millones de comidas durante el evento. ¿Se imaginan la cantidad de panes de hamburguesa que deberán estimar para cubrir con el compromiso?
Sin ir muy lejos, a nosotros los que habitamos esta hermosa, complicada y cosmopolita ciudad llamada Caracas, también disfrutamos, quizás en menor proporción, de ciertos eventos deportivos que vinculamos a la gastronomía local. El que ha podido estar presente en partidos de béisbol Caracas vs Magallanes, aparte de ser los eternos rivales, y mientras que los dos bandos de fanáticos vitorean con frenesí durante los 9 inning que dura un juego oficial, a no ser que el extrainning lo haga más largo e intenso, también tenemos la oportunidad de comernos nuestro perros calientes, hamburguesas, shawarma, choripan y cuanto la creatividad local permita que la culinaria del coso universitario nos ofrezca ese abanico de opciones poco despreciables cuando de hambre se habla.
Si son amantes de algún deporte permítanse dejarse seducir por la gastronomía de esos espacios donde se concentran miles de almas con un solo motivo: la pasión. La misma que hace que la gastronomía sea parte de la fiesta, de la algarabía, de los cánticos y de las esperanzas. El pan es el aliado incondicional de la culinaria, desde mi punto de vista, una relación personal.
Humberto Silva
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