¿No era beber lo que querían? ¿para qué la ceremonia? En realidad, lo que estos amigos de mesa están haciendo es poner a prueba el vino en uno de sus puntos clave: cómo se ve. Entonces le buscan color, brillo y tonalidades. Otro propósito es confirmar su calidad. Por una parte, para descartar señales de mala elaboración o de descorche deficiente, porque nadie quiere beberse un vino que tenga cuerpos extraños flotando, y por otra, para identificar si el contenido es simplón o intenso. Desde la vista podremos prever lo que ocurrirá en la boca.
Observando también identificamos la cepa: si un vino se ve granate oscuro, seguro es un Cabernet Sauvignon, y si es claro puede tratarse de un Pinot Noir. Podemos conocer antecedentes: si es un blanco y se ve de tonos oscuros, seguro a la cosecha la precedió un año cálido. Podemos definir su edad: si su color va por el naranjado es sinónimo de edad avanzada, contrario al violáceo de los jóvenes. Hasta la mirada le busca piernas al vino ¡Sí, piernas! o también lágrimas, que representan, más que nivel de calidad, personalidad: rico en alcohol o su contrario.
Los grandes conocedores, de tanto observar, son capaces de trazar la trayectoria del contenido de una botella; no obstante, no debería ser tarea exclusiva de los que más saben. Con el vino y también con un jugo, una sopa o una rica paella es mejor observar qué nos llevaremos a la boca, por seguridad y sobre todo por placer, porque las buenas bebidas y la buena mesa activan todos los sentidos.
Luis Fernando Valencia, de la empresa Dislicores, señala las piernas del vino. |
- Tome la copa por el tallo, sosténgala sobre una superficie blanca, como un mantel o una servilleta, y haga estas pruebas: – Identifique color (blanco, rosado o tinto) tonalidad, intensidad (¿es pálido o profundo?) y limpidez (no sea que floten polvos, trozos de corcho o residuos de planta).
- Mire la copa por encima y observe el disco. Descubra si es brillante o apagado.
- Revise el borde: en tintos jóvenes es azulado; en vinos mayores, terracota. Compare con la fecha de cosecha, en la etiqueta, y si no hay coincidencia tiene fallas de calidad.
- Busque las piernas: gotas transparentes que bajan por las paredes de la copa.
Juan Felipe Quintero
Periodista de Vinos
La Cava de Quintero
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