Foto propiedad de Adriana Padrón |
Saben de mi romance con Nueva York, como la vi la primera vez que nos conocimos, sino lo saben les invito nuevamente a leer mi articulo I Love NY, donde narro esa cercanía al principio temerosa y luego placentera con esa ciudad, pensé incluso que conocía lo que realmente la identificaba mas allá de sus enormes rascacielos, como los perros caliente o los pretzel, pero confieso que no lo sabia hasta que a mis oídos llegaron de que existía una torta que de solo mencionarla traería a la mente de muchos adeptos la ciudad de la Gran Manzana. La torta en cuestión no es otra que la “Red Velvet Cake”, o Terciopelo Rojo, para castellanizarla un poco y que Cervantes no quede fuera de juego. La Red Velvet cake, es muy popular en Nueva York, generalmente su apariencia es de un rojo oscuro, o rojo intenso depende que tonalidad le demos, armada en capas de esponjoso biscocho y rellena con una fabulosa crema de queso.
Curiosamente el color rojo se obtuvo originalmente por la reacción que producía el polvo de cacao con la adicción de un ingrediente acido como la mantequilla, avivando los antocianos del mismo y logrando ese rojo/marrón que le caracteriza, no obstante actualmente se logra una mejor uniformidad añadiéndole color rojo para alimentos, aunque la historia cuenta que durante la II Guerra Mundial, debido al racionamiento de muchos ingredientes se llegó a la utilización de remolacha para obtener su característico color.
La receta es del común conocimiento en los Estados Unidos, pero la ciudad de Nueva York y su icono del lujo hotelero el Hotel Waldorf Astoria, la ha hecho la mas popular de todas, las personas acuden a el como referencia obligatoria para disfrutar de un suculento y esponjoso trozo de torta. Pero no hace falta viajar hasta allá para probarla, se los aseguro. Tuve la oportunidad de conocer a Adriana Padrón de @redvelvetccs, en un evento gastronómico en Caracas, y les confieso que su entusiasmo y apasionamiento con su Red Velvet Cake, me hizo no solo probarla, sino que tomara la decisión, acertada, por supuesto, que formara parte de los postre que sirvo en mi restaurante, la aceptación no se hizo esperar, una torta no fue suficiente para satisfacer el apetito de los que al probarla constataron su suavidad, el sabor delicado del cacao, y sobre todo su llamativo color rojo con capas intercaladas en perfecta armonía con el queso crema, hace que haya sumado a mi lista de pocos postre uno mas que me cautivo.
No solo encontraremos esta famosa torta de la forma tradicional, los cupcakes han sido igualmente influenciados por esta fantástica mezcla en una porción individual, claro esta, manteniendo toda su elegante estructura y bañada con esa crema fría a base de queso crema. Su color rojo invita a la pasión de los enamorados, a la seducción de los amantes, y a la conquista de un gran amor, quizás por eso es muy demandada en el día de San Valentine, y si tiene forma de corazón de seguro que no habrá quien se resista a tanta tentación echa postre.
La serie de televisión y luego película “Sex and the City”, ambientada en Nueva York, hace referencia en distintos capítulos donde las protagonistas comparten al sentarse a degustar en Magnolia Bakery, de unos cupcakes de Red Velvet. También la torta tuvo su participación en la película “Magnolias de Acero”, del año 1989, con un reparto de lujo, en la que se cuenta la historia de un grupo de buenas amigas que suelen reunirse en una peluquería de una de ellas. La más joven, de frágil salud queda embarazada antes de casarse, generándole una gran duda ante el cambio que su vida experimentaría. Pero lo mejor de todo es que el novio le obsequia como pastel de boda una Red Velvet cake en forma de armadillo. Que cosa tan loca, no?
Otra leyenda urbana cuenta que una clienta del Waldorf Astoria al quedar extasiada por la torta, solicito al chef pastelero que le facilitaran la receta. Semanas posteriores a la salida del hotel, la señora recibió una carta acompañada de una factura de 300 dólares por haberle facilitado la receta. Indignada la señora decidió recuperar el pago revelando la receta a todo quien la quisiera. Quizás de esa manera se hizo tan popular.
Sea como sea que la torta se hizo famosa, o a quien se le atribuye su invención, les aseguro que son una de esas oportunidades que vale la pena probar, el único detalle, es que volverse adictivo a la torta pueda traer las consecuencias propias de cuando algo nos gusta, nos cautiva, nos enamora. No me culpen, pero suele suceder. En fin, si estas en Caracas y la curiosidad en este momento te exige probar la torta, no me queda otra que invitarte a que visites el restaurante de De Casta life&food y pruebes lo que para Adriana de @redvelvetccs es un pedazo de Nueva York en Caracas.
¡Buen provecho!
Humberto Silva
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